¿Es la Esfinge un accidente geológico esculpido por el viento y el agua?

Leif Ristroph, profesor asociado del Instituto Courant de Ciencias Matemáticas de la Universidad de Nueva York, publicaba hace unos días un documento en el que se proponía que la gran esfinge de Giza, quizá no hubiese sido creada por el ser humano.

Algunas evidencias geológicas sugieren que originalmente, la esfinge era una formación natural de roca antes de que los antiguos egipcios modificaran su superficie. Existen en la naturaleza unas formaciones llamadas “yardangs” con forma similar a leones sentados, pero se desconoce cómo y por qué llegan a adoptar esas particulares morfologías. Investigaciones de mecánica de fluidos podrían arrojar luz sobre los procesos de erosión que dan lugar a estas esculturas naturales.

Para explorar cómo se podrían formar naturalmente estructuras parecidas a la Esfinge, los investigadores realizaron experimentos en el laboratorio erosionando montículos de arcilla blanda expuestos a flujos unidireccionales de agua. Estos montículos contenían inclusiones duras, simulando la composición no uniforme de la roca en la Esfinge real. Bajo ciertas condiciones de flujo, observaron que se formaban esculturas con silueta similar a la Esfinge. Para capturar la evolución morfológica, utilizaron un escáner óptico 3D para registrar la forma de las estructuras de arcilla a intervalos regulares. También imprimieron versiones aumentadas de las formas generadas y las pintaron con tintes fluorescentes para visualizar las líneas de corriente del flujo alrededor de las esculturas.

Las inclusiones duras de arcilla se convirtieron en la «cabeza» de las esculturas generadas, mirando hacia la dirección del flujo como si fuera viento. Los vórtices arrancados de esta cabeza por la turbulencia formaron una especie de «melena» del león, similar a la de la Esfinge. El análisis de las líneas de corriente reveló que la velocidad del flujo era más rápida alrededor del «cuello» de las figuras. Esto explicaría por qué esa zona se erosionó más, dejando al descubierto lo que parecían las «patas» delanteras.

La conclusión del estudio, es que estructuras con silueta parecida a la Gran Esfinge podrían llegar a formarse en la naturaleza bajo condiciones comunes de erosión por viento y agua. Quizás los antiguos egipcios se inspiraron en impresionantes formaciones geológicas naturales con esta apariencia para crear su monumental Esfinge.

Si bien la investigación está lejos de resolver el misterio geológico del origen real de la Esfinge, sí que podría hacer que nos cuestionemos si los antiguos egipcios pudieron reutilizar estas impresionantes formaciones naturales con esa apariencia de león tumbado, para terminar de esculpir sobre ella la imagen de Kefrén.

  • Sin ser una gran conocedora del antiguo Egipto, me patece que está teoría parte de un error.
    Y es que la esfinge no está esculpida sobre el perfil de la meseta como si de un montículo se tratara, si no excavada hacia abajo de ese perfil, como en un hoyo dejando en medio de el la esfinge, del que en el perfil de la meseta solo sobresale la cabeza.
    Y no se aprecia en la meseta signos en el relieve de la gran escorrentía necesaria para ello. Además de como ya he dicho, la esfinge salvo su cabeza está excavada hacia abajo.

  • @ Pitiusa:
    No he tenido ocasión de visitar Giza, aunque el próximo año creo que iré.
    Lo que dices es cierto, pero el nivel del suelo queda más o menos a mitad de altura de la esfinge. Mira esta foto:

  • @ lamentira:
    Pues ya verás como lo que digo es cierto. De hecho se cree que la estatua está en una cantera donde por algún motivo, posiblemente por esculpir el resto de la estatua se dejó el monolito central.

  • La nummulítica piedra caliza de la zona se compone de capas que ofrecen diferente resistencia a la erosión (sobre todo causada por el viento y la arena arrastrada por el viento), lo que conduce a la degradación desigual que se aprecia en el cuerpo de la Esfinge. La parte más baja del cuerpo, incluidas las patas, es roca sólida. El cuerpo del animal hasta el cuello está formado por capas más blandas que han sufrido una desintegración considerable. La capa en la que se esculpió la cabeza es mucho más dura. Se sabe que existen varios pozos «sin salida» dentro y debajo del cuerpo de la Gran Esfinge, muy probablemente excavados por cazadores de tesoros y ladrones de tumbas.



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