La realidad es una ilusión
Después de ver este documental, no se qué parte me ha dejado un regustillo más desagradable. Si la machacona musiquita estilo «Manic Miner» que acaba desquiciándote los nervios, si el peinado estilo Bee Gees de Gregg Bradden (no me digáis que no parece que se va a arrancar en falsete de un momento a otro), la tremenda similitud de lo que se dice aquí con las doctrinas del IRCAI o la envidia insana por la magnífica imaginación que tiene la gente para inventarse paridas.
Y lo peor es que termino de ver el documento y no acabo de comprender el mensaje que tratan de comunicar. Debe de ser por la musiquita que ya no me dejaba prestar atención.
Me quedo con la nueva profecía para el 2012. La resonancia de Schumann está aumentando siguiendo la serie de Fibonacci.