Oficial y caballero
El señor Dean tiene un aspecto entrañable, mirada apacible y gesto tranquilo. Todo lo contrario a lo que podríamos esperar de la imagen del típico charlatán, por lo que inevitablemente nos sentamos a escuchar sus relatos con gesto de admiración, como el niño que escucha las batallas que le cuenta el abuelo sentado en su regazo. Pero sin embargo reúne todos los elementos que caracterizan a los charlatanes: ha tenido acceso a información clasificada, al revelarla le han amenazado de muerte, trae un mensaje de esperanza, ha sido perseguido y ridiculizado…