El martillo de Londres
En junio de 1936 el señor y la señora Max Hahn paseaban por Red Creek, cerca de la ciudad tejana de Londres, cuando encontraron una roca en el suelo de la que salía un pequeño pedazo de madera. Unos años después, el hijo de ambos rompió la roca, dejando al descubierto la cabeza metálica de un martillo.
La cabeza es rectangular. En un extremo tiene una concavidad con forma de cruz, y por la otra parte tiene un saliente central convexo. Los propietarios originales del martillo afirmaban que cuando rompieron la piedra, la parte metálica no estaba oxidada. El mango es de madera, la cual no está petrificada.