Jocelyn Bell en sus años mozos.
Corría el año 1965 cuando una joven licenciada en Física llamada Jocelyn Bell empezó a trabajar en el grupo de Anthony Hewish para realizar su tesis doctoral en astronomía. Hewish había diseñado un nuevo radiotelescopio que aprovechaba un fenómeno recientemente descubierto (tintineo interplanetario) para buscar quásares, que en aquella época eran una novedad.
Tras terminar de construir el radiotelescopio, Bell y Hewish se dedicaron a buscar quásares por todo el cielo. En Julio de 1967, Jocelyn encontró una nueva señal originada fuera del Sistema Solar. Ya habían descubierto varias, pero esta era diferente: era un pulso periódico de radio con un periodo de 1.3373 segundos y una precisión mayor que cualquier reloj inventado hasta la fecha. Después de descartar que fuera ruido o un fallo de sus instrumentos sólo se le ocurría una explicación para esa señal y le puso un nombre de acuerdo con su hipótesis: LGM-1. Little Green Men nº 1 (hombrecillos verdes nº 1, un nombre que le puso medio en serio, medio en broma). No había otra explicación. Acababa de encontrar un radiofaro de una civilización extraterrestre usado para guiarse y orientarse en sus viajes interestelares. Leer Más...
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