Las profecías Hopi

Hace más de un mes que abrí una entrada en este blog para hablar de las profecías de los indios Hopi, pero tras escribir las primeras líneas lo dejé como borrador.  Desde entonces lo he retomado en varias ocasiones, pero en todas he vuelto a abandonar. Unas veces fue porque no encontraba la manera de enfocar el tema. Otra fue porque tras oir unas frases de un anciano hopi, paré para reflexionar. «Compartimos el mismo destino que los árboles». «Estando compuestos en gran parte por agua, si contaminamos el que existe en nuestro planeta terminaremos por contaminarnos a nosotros mismos». «El agua, el aire y los árboles son sagrados.»

Ciertamente el momento que vivimos no invita al optimismo. Nuestro patrón de comportamiento, como decía el agente Smith en Matrix, se asemeja al de un virus, y ya sabemos lo que hace un virus con su hospedador: lo destruye.

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Los hopi son una tribu india, antiguos ocupantes de la meseta central de los EEUU y que en la actualidad se alojan en la reserva federal del pueblo Navajo en Arizona. La tradición de este pueblo cuenta que sus habitantes pasarán por 7 ciclos, encontrándonos en la actualidad en el cuarto. Todo indica que los ciclos aplicarían solo a su pueblo, y no a la humanidad entera, aunque todo depende del miedo que el que lo cuenta quiera infundir a la audiencia. El paso de un ciclo a otro es traumático por medio de un proceso de purificación.

En el primer ciclo, el creador situó al ser humano en el mundo. Mientras estos vivieron en armonía con la naturaleza se les permitió residir allí. Pero cuando el hombre rompió la armonía, el creador decidió realizar una purificación. La primera purificación fue por  fuego. La interpretación de esta purificación es el periodo de erupciones volcánicas asoló Arizona hace 250.000 años.

En el segundo, se repitió el proceso, y en esta ocasión el creador utilizó el hielo para la purificación. La interpretación sería la glaciación ocurrida hace 100.000 años.

En el tercero, el elemento purificador fue el agua. Se interpreta en esta ocasión como el diluvio universal que cubrió de agua grandes porciones de tierra. Cuenta la tradición hopi que los sobrevivientes a esta inundación fueron un hombre con sus dos hijos y sus familias. Uno de los hijos se desplazó hasta el oeste, y este fue el primer hopi, y el otro al este, que sería el verdadero hermano blanco.

Cuentan los hopi que ya se han presentado varias señales que según su mitología anuncia el final del cuarto ciclo. Se observan ciertas similitudes con los ciclos de las profecías mayas relatadas por Malkun. Cuentan que durante la fase de replanteamiento espiritual de Fernando Malkun (también conocido como crisis de los 40)  que duró de 1993 a 1996 para el arquitecto, este tuvo mucho contacto con chamanes de tribus de América del Norte e incluso que pudo asistir a la conferencia de sabios, profetas y curanderos de Nuevo México en 1995. Puede que fueran esas las fuentes de las que bebió para formular sus profecías mayas.

La historia de los ciclos que cuenta la tradición hopi, caso de que sea cierta y no una invención reciente, es fácil de interpretar mirando al pasado. Siempre encontraremos algún cataclismo que se asemeje con fuego, agua, aire o hielo. Todo depende de la fe con la que se crean estas teorías.

En cuanto a las señales que indican que estamos cerca del paso del cuarto al quinto ciclo hay que recurrir a una historia que suena como muchas otras que ya han aparecido en este blog. Podéis leerla en este enlace que habla de los 9 signos de pluma blanca.

Estos signos se relatan en un manuscrito aparecido en 1959 en el que un anciano hopi, Pluma Blanca, cuenta a alguien que le recogió en la carretera que el fin de esta fase se acerca pues se están cumpliendo los nueve signos que así lo anuncian:

1ª señal. Llegará el falso hermano blanco que les arrebatará las tierras y les combatirá con fuego (armas de fuego)

2ª señal. Las tierras serán ocupadas por ruedas de madera.

3ª señal. Bestias con cuernos ocuparan las tierras. (Piezas de ganado traídas por el hombre blanco)

4ª señal. La tierra será atravesada por serpientes de acero (Ferrocarril)

5ª señal. El cielo será cubierto por una telaraña (tendido eléctrico y telefónico)

6ª señal. La tierra será invadida por ríos de piedra (Carreteras)

7ª señal. El mar se volverá negro. (Mareas negras por vertidos de petroleo)

8ª señal. Jóvenes con pelo largo aprenderán y seguirán nuestro modo de vida (Hippies)

9ª señal. Una morada en el cielo caerá sobre la Tierra con todas sus fuerzas (Con permiso de Sitchin se interpreta como la caída del Skylab)

Todo esto huele a prefabricado, muy interpretado y con la finalidad de llamar la atención y causar miedo, que es el abono de las mentiras. Pero debemos de aprender de la sabiduría hopi que hay que vivir de una manera sostenible con el planeta. No hay ni sitio ni recursos para todos y si seguimos a este ritmo  vamos a cargarnos al planeta. Rememorando una actuación de mi admirado George Carling, cuando decimos cargarnos el planeta, debemos entender cargarnos la especie humana. Para el planeta no somos mas que una infección de pulgas y puede sacudirnos de encima con la sacudida de una pata. No tiene nada que ver con el título de la entrada, pero permitidme que le traiga para entretenernos por unos minutos.

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