Aumenta la anomalía del campo magnético del Atlantico Sur

El campo magnético de la Tierra (que nos protege de la radiación de partículas del sol) se está debilitando en una zona que abarca Sudamérica y la parte austral del océano Atlántico.

La Anomalia del Atlántico Sur (SAA) es un área de debilitamiento del campo magnético terrestre que se extiende desde la Antártida hasta el sur de América del Sur. La SAA se ha observado desde la década de 1970 y se ha ido debilitando gradualmente desde entonces.

Esto significa que la SAA es más vulnerable al viento solar, que es una corriente de partículas cargadas que emana del Sol. El viento solar puede dañar los satélites y las redes eléctricas, y también puede afectar a la salud humana.

La anomalía del Atlántico Sur es causada por un desplazamiento del campo magnético terrestre. El eje de este campo no pasa exactamente a través del centro de la Tierra y está ligeramente desplazado e inclinado con respecto al eje de rotación de nuestro planeta. Esta es la razón por la que los cinturones de radiación que rodean la Tierra se acercan a la superficie en el Océano Atlántico frente a la costa brasileña. En esta área los niveles de radiación en la órbita terrestre baja son elevados.

La SAA ya ha causado daños a varios satélites. En 2003, el satélite de comunicaciones Galaxy 15 sufrió desperfectos en sus paneles solares a causa de una tormenta geomagnética. En 2004, el satélite de comunicaciones Inmarsat 3-F4 dejó de funcionar debido a una tormenta geomagnética. También en 2005, el satélite de observación de la Tierra Envisat sufrió daños en sus instrumentos a causa de una tormenta geomagnética.

El debilitamiento del campo magnético es un peligro para el ser humano y las infraestructuras. El viento solar puede dañar los satélites y las redes eléctricas, y también puede afectar a la salud humana. Las infraestructuras más vulnerables a un debilitamiento en el campo magnético son los satélites artificiales. Puede ocasionar daños en los paneles solares, que pueden provocar una pérdida de energía, daños en los componentes electrónicos, interferencia con las comunicaciones, o incluso provocar su desorbitación. En la superficie terrestre puede provocar apagones, cortes de energía o daños en los equipos eléctricos. Incluso afectar al ser humano y resto de seres vivos, pudiendo provocar daños celulares por aumento de radiación ionizante.

Ahora bien, esta disminución del campo magnético enfrente de las costas de Brasil, no tiene efectos significativos a alturas de vuelos de líneas aéreas comerciales. Estudios recientes no han apreciado variaciones significativas en el flujo de partículas cargadas procedentes del sol a alturas de 13 km, altura que normalmente no es superada por las líneas aéreas.