Ya ni disimulan

Hace unos días Marc Vidal, un inteligente y agudo analista económico, publicaba un tuit que dejaba abierta la suspicacia hacia la conspiración.

 

https://twitter.com/marcvidal/status/1594996411417886731

 

La verdad es que es eso, exactamente lo que dice. Pero no es posible entender el significado de sus afirmaciones sin conocer el contexto.

 

El discurso fue realizado por el presidente de la Open Society, George Soros,  que hizo un esbozo de la situación mundial el pasado 24 de mayo en un discurso en el Foro Económico Mundial de 2022. Soros alertaba de que la invasión de Rusia a Ucrania “podría haber supuesto el comienzo de la Tercera Guerra Mundial”, planteando una amenaza existencial para la civilización tal como la conocemos.

 

En su discurso, el magnate volvía en el tiempo al momento en el que el mundo estaba dividido en dos bandos, el capitalista y el comunista. Soros los denomina «sociedades abiertas» y «sociedades cerradas». En la sociedad abierta, el estado trabaja para garantizar la libertad de los individuos. Y en las sociedades cerradas, los individuos trabajan para su clase dirigente.

 

Soros nos alerta de que tras el 11S, las sociedades abiertas están bajo asedio. También que los avances tecnológicos, como la Inteligencia Artificial, son más útiles para las sociedades cerradas, que tienen disponible nuevas herramientas para controlar la libertad de los individuos, y recortar su libertad.

 

Es en ese momento, cuando dice «el COVID-19 también ha legitimado estos instrumentos de control».

 

En este vídeo tenéis la intervención completa. El segmento de arriba empieza en el minuto 5:03. Si no aguantáis la velocidad de lectura de este anciano, tenéis la transcripción completa del discurso aquí.

 

George Soros on Russia, China and the Fight of Our Lives: Remarks Delivered at Davos

  • Bueno, ya sabemos que personajes como Soros, Bill Gates, la familia Rockefeller, son las bestias negras de los conspiranoicos de todo pelaje. Siempre he desconfiado de quien maldice al que ayuda y si encima lo hace en nombre de la libertad mis sospechas se casi convierten en certezas. Cuando gente tenida por lúcida como Vidal, o Pedro Baños u otros empiezan a hacerse eco de conspiraciones maléficas de ciertas élites que nos quieren dominar con un chis, uno debe preguntarse a que otras élites, revestidas de trapitos nacionalistas o pieles de bisonte están haciendo el caldo gordo.
    El hecho de ser un hábil analista y tener miles, si no millones,de seguidores no te da la razón ni te otorga la propiedad de la verdad, no hay más que ver cuánta gente sigue tal o cual doctrina religiosa sin que, hasta ahora, nadie haya sido capaz de demostrar que su dios es el verdadero o que siquiera exista.

  • Este anciano, como le llama el jefe, hace un discurso inteligente y lúcido, creo que han ido desapareciendo algunas voces en este foro que procederían a pronunciar alguna palabra gruesa o algún insulto. Más de una vez me he definido como un ciudadano de izquierda aunque esa es una opción personal, quizás los términos izquierda y derecha se estén quedando obsoletos por lo que de dogmas arrastran y los usados por Soros, sociedad abierta, sociedad cerrada, se ajusten mejor a mi propia postura. Vamos que si se me acusa de «sorosiano» no creo que me sienta ofendido.

  • Va a llegar un momento, en que para desmontar conspiraciones y recibir informacion un poco veraz, vamos a tener que desconectar el router, y volver a ver «el parte». Nos quejamos de periodicos y televisiones, por mediados, y con razon, pero entre las redes, youtube, medios generalistas y medios que dicen no serlo, uf, no se con que quedarme. Lo mismo volver a la biblioteca publica, que pereza.

  • Me acojo en buena parte a los anteriores comentarios (quizá especialmente al de @Juanjo): Creo que ya habré dejado caer alguna vez por aquí las dudas que a mí siempre me surgen, a pesar de todo, ante aquella tan acertada recomendación de «siempre informarse y contrastar»… Sí, desde luego, pero…

    Como yo nunca he sabido vivir dedicado a recopilar información al detalle, ni tengo tampoco mucho armazón intelectual donde encajarla, ni con el que saber desgranarla con suficiente sentido crítico por mi parte, me suelo sentir bastante desamparado de criterio propio, o de orientación que me atreva a considerar fiable… Sólo sé que siempre me resulta muy difícil toserle nada a cualquier divulgador que me despliegue unos cuantos argumentos que vayan más allá de lo que yo pueda pretender saber sobre cualquier tema. Temas, digo, de los que puedan tener especiales complejidades, aristas, sutilezas y matices delicados y sensibles… Ahí, demasiado fácilmente, puedo perder yo de vista los sesgos y las posibles tendenciosidades, hasta no saber diferenciar la veracidad de la pura labia interesada. Y así lo digo porque así lo tengo para mí.

    ¿Cómo se puede sentir uno medianamente seguro de algo de todo eso en este panorama? ¿Cómo saber contrastar «bien» y «de verdad»?… Yo es que al final siempre me reservo margen para la duda sin, por contra, atreverme a tener nunca bastante claro dónde llegar a depositar algo de crédito…



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