¿Ha reconocido el Pentágono que guarda restos de naves extraterrestres?


El investigador Anthony Bragalia, el mismo que hace 5 años nos trajo la primera fotografía de un alien, que luego resultó ser la momia de un niño,  se coloca de nuevo en el centro de los focos al anunciar que el Pentágono ha admitido conservar restos de naves extraterrestres estrelladas, que están siendo analizadas para el desarrollo tecnológico propio.

Al menos en 2015 tuvo la decencia de reconocer su error (antes de quedar en evidencia como un embaucador), al admitir que las imágenes que había circulado eran en realidad los restos de un niño de una tribu originaria norteamericana.

En esta ocasión ha publicado en uno de sus sitios web una nota en la que muestra la respuesta proporcionada por la Agencia de Inteligencia de Defensa (DIA), en la que daba respuesta a una pregunta suya, enviada en 2017, en base a la Ley de Libertad de Información (FOIA). 

La petición enviada por Bragalia era esta:

Soy ciudadano de los Estados Unidos. Estoy dispuesto a pagar cualquier costo asociado en cumplimiento de esta Solicitud de la Ley de Libertad de Información.

Asociado al Programa de Identificación de Amenazas Aeroespaciales Avanzado del Departamento de Defensa del Pentágono (que opera aproximadamente desde 2009-2012) existen unos almacenes en el área de Las Vegas, Nevada, encargados de proteger materiales de una aleación metálica recuperados de Fenómenos Aéreos No Identificados (UAP). Estos restos podrían incluir desechos físicos recuperados por personal del Departamento de Defensa como residuos, restos flotantes, material disparado o material estrellado de UAPs (Unidentified Aereal Phenomena) u objetos voladores no identificados. Como ayuda en la búsqueda de información sobre estos materiales, esta información fue confirmada por el senador estadounidense Harry Reid y por el exfuncionario de inteligencia del Departamento de Defensa, Luis Elizondo.

El firmante solicita que se le proporcione una lista de inventario y toda la documentación asociada de dicho material. Dicha documentación incluirá:

1) Descripción física de todo el material almacenado

2) Fuente de origen de todo el material almacenado.

3) Circunstancia y método de obtención de todo el material retenido (es decir, restos flotantes, residuos, material de desprendimiento, material de choque)

4) Custodio Agencia del gobierno de los EE. UU. De todo el material retenido.

5) Los títulos y autores de todos los informes técnicos y analíticos realizados sobre todo el material almacenado.

Seguramente Anthony ya habría olvidado esta petición cuando el pasado 8 de enero recibió la respuesta de la DIA, que es esta:

Este documento responde a su solicitud en base a la Ley de Libertad de Información (FOIA), fechada el 27 de diciembre de 2017, enviada a la Agencia de Inteligencia de Defensa (DIA) para obtener información sobre
los resultados de las pruebas del material de UAP de Bigelow Aerospace. Disculpe la demora en responder a su solicitud. La DIA se esfuerza en procesar la gran acumulación de solicitudes FOIA pendientes. Para responder adecuadamente su solicitud, era necesario obtener información de otra oficina dentro de la agencia.
Una búsqueda de los registros de los sistemas de DIA localizó cinco documentos (154 páginas) relacionados con su petición.
Tras revisarlos, hemos determinado que algunas partes de esos cinco documentos (154 páginas) no podían ser divulgados de conformidad con la FOIA. Las porciones retenidas pueden permanecer confidenciales de conformidad con las Exenciones 3 y 6 de la FOIA.

La exención 3 se aplica a la información específicamente exenta, con vistas a proteger la identidad de los empleados de DIA, su estructura organizativa y las funciones de la DIA.

La exención 6 se aplica a la información que, si se divulgara, constituiría una invasión injustificada de la privacidad personal de otras personas.

Como podéis comprobar, el documento entregado a Bragalia consta de 145 y contiene estos 5 documentos:

a) Cristales metálicos: estado y prospectos para aplicaciones aeroespaciales.

b) Biomateriales

c) Materiales para plataformas aeroespaciales avanzadas

d) Espintrónica metálica

e) Metamateriales para aplicación aeroespacial

Los 5 documentos contienen información técnica, y ninguno de ellos incluye referencias a OVNIs, incidentes alienígenas, o accidentes de naves extraterrestres. En este enlace tenéis el documento procesado con un OCR para que podáis hacer búsquedas más fácilmente.

El documento de cristales metálicos menciona cómo se pueden fabricar vidrios de metálicos a través de diferentes procesos, incluidos algunos que permiten construcciones que normalmente consideraríamos poco prácticas. También se menciona la espuma de vidrio metálico que se puede adaptar a diferentes usos.

El de biomateriales, trata sobre materiales que se pueden implantar en el cuerpo sin degradarse y sin ser rechazados y no sobre naves espaciales. Un ejemplo en esa sección son los implantes de dientes de cerámica.

Los Materiales para Plataformas Aeroespaciales Avanzadas discuten varias dificultades asociadas con el calentamiento extremo que proviene de los vuelos atmosféricos de alta velocidad.

El de espintrónica metálica es demasiado técnico. Menciona cómo nuestra electrónica se basa en modificar la carga, cambiando entre positivo y negativo. La espintrónica se basa en el giro de un electrón, no en su carga. Dice que cambiar el spin puede ser más rápido y consume menos energía.

El relativo a los metamateriales trata sobre materiales cuyas propiedades no se encuentran en los materiales naturales. Se hace especial hincapié en los metamateriales electromagnéticos y ópticos. Dichos materiales pueden exhibir propiedades bastante extremas, como un índice de refracción negativo, lo que implica que tanto la permitividad eléctrica como la permeabilidad magnética deben ser negativas. Estos materiales por ejemplo, podrían redirigir la radiación electromagnética, o absorber completamente la luz, lo que sería interesan te en la construcción de nuevos paneles solares.

 

Lo que el funcionario debió de hacer al procesar la pregunta de Bragalia, es identificar a la compañía a la que se hacía referencia en la pregunta, algo que no se indica en el mensaje de Bragalia. A finales de 2017 (la fecha de la pregunta dirigida a la DIA) estalló un escándalo en el que estaba implicado el senador demócrata Harry Reid. Aparentemente, el Pentágono se gastó entre 2008 y 2011 más de 22 millones de dólares en un programa llamado Advanced Aerospace Threat Identification Program (observad que esto sí que es mencionado por Bragalia), dedicado a investigar el fenómeno OVNI. El problema es que la mayor parte de ese dinero fue a parar a manos de una compañía aeroespacial fundada por Robert Bigelow, un multimillonario convencido de la existencia de vida alienígena, y que anteriormente había donado sumas de dinero a la campaña del senador.

Una vez obtenido el nombre de la empresa, Biguelow Aerospace, ubicada efectivamente el Las Vegas, lo único que hizo el funcionario es lanzar una búsqueda en la base de datos de documentos sobre todo lo almacenado relativo directa o indirectamente a esa compañía. Una vez recuperados esos documentos, eliminó los nombres de otros funcionarios o directivos de la DIA y cualquier otra referencia personal, y los juntó en el documento de respuesta a Bragalia.

A partir de esta respuesta, y como ya nos tienen acostumbrados estos «investigadores del fenómeno OVNI», que es la manera en la que ahora se llaman a los charlatanes de toda la vida, se montó una película en su blog, algo, que para mi asombro, ha saltado incluso a la prensa oficial.

Respondiendo a una investigación civil sobre el asunto, una representante del Pentágono, Susan Gough, dijo en un breve comunicado que aunque está «al tanto de la charla en las redes sociales», la información proporcionada por la DIA en realidad se relaciona de alguna manera con un » programa de armas avanzadas «y no elementos OVNI.

DIA CONFIRMA QUE SE REFERÍAN A OVNIs

La portavoz del Pentágono, Susan Gough, no puede hablar con autoridad alguna sobre este asunto porque no estaba al tanto de la solicitud de la FOIA cuando residía en la DIA. Su oficina no sabía en ese momento que la FOIA no mencionó ni se refirió a nada relacionado con «armamento avanzado» ni a aleaciones de aviones o metales aeroespaciales. De hecho, la solicitud solo mencionaba los escombros OVNI «encontrados como restos flotantes, desprendidos o material estrellado» recuperados por el Departamento de Defensa. Nombra al contratista privado que se entiende que mantiene el material en instalaciones especializadas (Bigelow Aerospace) y especifica además qué tipo de resultados de prueba se buscaron en dicho material anómalo.

Daros cuenta de la triquiñuela que plantea Bragalia. Dice que la DIA ha confesado que Biguelow Aerospace es la empresa que oculta los restos de naves espaciales extraterrestres, cuando es en realidad el propio Bragalia el que está haciendo referencia a esa empresa implícitamente en la pregunta. Y afirma que como el funcionario le ha respondido, está reconociendo implícitamente que el material proveniente de incidentes OVNI está guardado en las instalaciones de Bigelow Aerospace.

En fin. Quien quiera creer que crea, y quien quiera perder tiempo y dinero con charlatanes, que sea las tonterías que escribe Bragalia.

  • Crees que si tuvieran algo lo dirían alegremente?

    Partimos de la base que el gobierno americano miente y esconde cosas a lo largo de los años así que o es cuestión de creerse las cosas que admiten como si fuera la verdad absoluta

    Pero bueno en tu caso que solo exhibes tú escepticismo en este blog pues ya te va bien



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