El 13 de febrero de 1961, Wallace Lane, Virginia Maxey y Mike Mikesell buscaban ejemplares interesantes de minerales, sobre todo geodas, por su tienda de regalos de Olancha, California.
El trío se desplazó hasta aproximadamente 6 kilómetros al noreste de Olancha, cerca de la cima de un pico de unos 4300 pies de altura (en las montañas Coso) y unos 340 metros sobre el lecho seco del lago Owens, donde estuvieron recogiendo muestras.
Al día siguiente en el taller de la tienda de regalos, Mikesell rompió una hoja de sierra durante el corte lo que él pensaba que era una geoda. En el interior de la piedra que estaba cortando, Mikesell no encontró la cavidad típica de las geodas, sino una sección perfectamente circular de un material blanco muy duro que parecía ser porcelana. En el centro del cilindro de porcelana había un eje de 2 milímetros de metal brillante. El eje de metal parecía que era de imán. Había otras cualidades extrañas en la muestra. La superficie de la piedra, rugosa al tacto, aparecía recubierta de conchas fósiles. Además de estos depósitos, los descubridores vieron dos objetos metálicos no magnéticos incrustados en la corteza, que parecían un clavo y una arandela. Más extraño aún, la capa interior era hexagonal y parecían formar una cubierta alrededor del cilindro de porcelana dura. En el interior, una capa de cobre muy deteriorado rodeaba al cilindro de porcelana. Leer Más...
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