¿Y si Marte albergara vida ahora mismo?

Durante décadas, la imagen popular de Marte ha sido la de un planeta seco, polvoriento y desprovisto de vida. Sin embargo, un reciente estudio publicado en la revista Geology ha aportado una pieza inesperada a este rompecabezas: una discontinuidad sísmica detectada por la sonda InSight podría estar revelando la presencia de agua líquida en el subsuelo marciano, justo ahora.

El hallazgo se basa en el análisis de cómo las ondas sísmicas generadas por martemotos se propagan por la corteza del planeta. A unos 10 kilómetros de profundidad, las ondas S —aquellas que no pueden viajar por líquidos— se atenúan de forma anómala, mientras que las ondas P continúan su recorrido con una alteración mínima. Este comportamiento es característico de zonas que, en la Tierra, están saturadas de agua. Es decir, grietas en la roca rellenas de fluido, que absorben parte de la energía de las ondas sísmicas.

Los autores del estudio, tras descartar otras posibles explicaciones como cambios mineralógicos o térmicos, concluyen que la hipótesis más coherente es la existencia local de agua líquida. Lo dicen con cautela, como corresponde a cualquier afirmación científica indirecta, pero con claridad: su modelo sísmico sugiere que en la corteza marciana, al menos en la región de Elysium Planitia, hay actualmente condiciones compatibles con la presencia de agua líquida.

Las implicaciones de esto son enormes. Para empezar, reabre con fuerza la posibilidad de que Marte albergue vida microbiana en su interior. En la Tierra, hay organismos que prosperan en entornos profundos, oscuros y aislados, alimentándose de minerales y sobreviviendo en el agua atrapada entre las rocas. Si las condiciones son parecidas bajo la superficie marciana, podría darse un escenario análogo. No hablamos de marcianos verdes, sino de bacterias resistentes, invisibles, pero revolucionarias para la ciencia.

Pero el descubrimiento también tiene implicaciones geológicas. Significaría que Marte aún conserva calor interno suficiente para mantener agua en estado líquido a cierta profundidad. Esto podría obligar a revisar los modelos de evolución térmica del planeta, y con ellos, nuestra comprensión de cómo ha cambiado Marte desde que perdió su atmósfera y sus antiguos océanos.

Y por último, está el aspecto práctico. Si el agua está realmente allí abajo, podría convertirse en un recurso vital para futuras misiones tripuladas. No solo serviría para el consumo humano, sino también como materia prima para producir oxígeno y combustible. En un planeta hostil, donde cada kilo de carga cuesta una fortuna, encontrar agua in situ podría marcar la diferencia entre un viaje de ida y otro de vuelta.

Aún no se puede afirmar con total certeza que haya agua líquida bajo la superficie de Marte, pero este estudio pone sobre la mesa una posibilidad que hasta ahora era solo una suposición teórica. Y si esa posibilidad se confirma, quizá el planeta rojo esté menos muerto de lo que pensábamos.



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