La Tierra lleva 50 millones de años enfriándose

José Antonio Sáenz de Santa María Benedet es un geólogo español cuyo nombre resuena en los círculos académicos y técnicos por su prolífica trayectoria en minería, ingeniería y exploración energética.

Formado en la Universidad de Oviedo, donde obtuvo su título en Geología en 1977, ha dedicado gran parte de su vida a comprender la Tierra, desde sus profundidades minerales hasta las dinámicas que determinan su clima y paisaje. Además de su formación académica, ha sido una figura activa en el ámbito técnico, desempeñando roles destacados en diversas instituciones relacionadas con la energía y los recursos naturales.

A lo largo de su carrera, Sáenz de Santa María ha desarrollado una visión particular sobre el cambio climático, un tema sobre el que ha opinado tanto desde su experiencia profesional como desde su posición como divulgador.

El geólogo José Antonio Sáez de Santa María, destroza el relato de que la riada de Valencia fue por un supuesto ‘cambio climático que mata’. Como científico, tumba todo el bien pagado argumentario político y mediático del fanatismo calentológico.pic.twitter.com/Xq261LrwMv

— Álex N. Lachhein (@Kirghisz) November 17, 2024

Para él, el calentamiento global no es un fenómeno exclusivamente reciente ni completamente atribuible a la actividad humana. En su libro «Cambios Climáticos», coescrito con Enrique Ortega Gironés y Stefan Uhlig, sostiene que el clima de la Tierra siempre ha estado en constante cambio, con fluctuaciones naturales que superan en magnitud y duración al calentamiento observado en las últimas décadas. En esta obra, los autores presentan una narrativa que se basa en evidencias geológicas, astronómicas y arqueológicas. Hablan, por ejemplo, de cómo la inclinación del eje terrestre, los ciclos de la órbita planetaria y fenómenos astronómicos han alterado el clima de manera dramática en el pasado. Según ellos, entender estos ciclos es fundamental para contextualizar lo que está ocurriendo ahora. No es que ignoren el impacto de las emisiones de gases de efecto invernadero, pero defienden que estos son solo un factor más en un sistema climático mucho más complejo y regido por fuerzas mayores.

Para reforzar esta idea, Sáenz de Santa María menciona que en otros períodos de la historia de la Tierra las temperaturas han sido considerablemente más altas que las actuales. Por ejemplo:

• • • En el Cretácico, las temperaturas medias globales eran entre 6 y 10 grados más altas. El planeta estaba libre de hielo en los polos, y la vida prosperaba en formas adaptadas a ese entorno.
    • Durante el Máximo Térmico del Paleoceno-Eoceno, el clima fue aún más cálido, con incrementos de hasta 12 grados por encima de las medias actuales, un episodio asociado a cambios masivos en la química atmosférica.
    • Más cerca en el tiempo, en el interglaciar Eemiense, las temperaturas fueron entre 1 y 2 grados superiores a las actuales, llevando a un nivel del mar mucho más elevado.

La capacidad de Sáenz de Santa María para abordar estos temas está respaldada por una experiencia laboral impresionante. Comenzó su carrera en la exploración de hidrocarburos con CAMPSA, adentrándose después en la minería del carbón en Asturias, donde alcanzó posiciones de liderazgo en HUNOSA. Más adelante, como consultor independiente, asesoró proyectos de infraestructura de gran envergadura, como la construcción de túneles para la red de alta velocidad ferroviaria. Además, ha ocupado cargos en instituciones como el Instituto de Ingeniería de España y ha sido un ferviente defensor del desarrollo de recursos estratégicos y críticos.

Sin embargo, no se puede ignorar que esta vasta experiencia laboral está profundamente vinculada a sectores relacionados con la explotación de combustibles fósiles y recursos minerales. Esto podría, en cierta medida, sesgar su visión sobre el papel de las actividades humanas en el cambio climático. Aunque los argumentos de su libro son sólidos desde un enfoque técnico y geológico, invitan a reflexionar sobre si no restan importancia al consenso científico actual por razones profesionales o ideológicas.

El trabajo y las opiniones de Sáenz de Santa María no son fáciles de desestimar. Plantean preguntas relevantes sobre cómo entendemos el clima y su historia. Sin embargo, también abren la puerta a considerar cuánto peso tienen sus intereses personales y profesionales en la narrativa que defienden. Tal vez, como en el clima, la verdad sea un equilibrio entre múltiples fuerzas en tensión.