Detonación nuclear en Europa

Andrew Bridgen es un político británico, miembro del Parlamento por el Partido Conservador desde 2010, representando a North West Leicestershire.

Educado en la Royal Holloway, Universidad de Londres, Bridgen ha tenido una carrera destacada en la política, aunque también ha estado envuelto en varias controversias. Durante su tiempo en el Parlamento, ha sido un vocal defensor de diversas políticas conservadoras y ha participado activamente en debates sobre economía, educación y salud pública.

Recientemente, Bridgen hizo unas declaraciones polémicas en una entrevista con el medio Resistance GB. Durante esta entrevista, afirmó que el primer ministro Rishi Sunak no quiere ser un líder en tiempos de guerra y que ya había informado a los altos mandos militares de su intención. Además, Bridgen afirmó que fuerzas británicas, junto con otros países, están lanzando misiles desde Ucrania hacia Rusia, y que el conflicto está efectivamente en un estado de guerra no declarado. En una de sus afirmaciones más alarmantes, sugirió que podría haber una detonación nuclear en Europa, posiblemente una bomba sucia, que serviría como un ataque de falsa bandera para escalar el conflicto y justificar una intervención militar más amplia.

La teoría de un ataque de falsa bandera es compleja y alarmante. Si se considerara que Rusia podría beneficiarse de tal ataque, se podrían esgrimir varios argumentos. Rusia, enfrentando dificultades en el conflicto actual, podría ver en una escalada controlada una manera de forzar una intervención internacional que detuviera el conflicto antes de que escalara a una guerra nuclear total. Esta intervención podría venir acompañada de negociaciones que favorecieran a Rusia, o al menos, que congelaran el conflicto en una posición más ventajosa para ellos. Al detonar una bomba sucia, se generaría un caos suficiente para justificar una acción internacional sin desencadenar inmediatamente una guerra nuclear, pero creando suficiente miedo y urgencia para que las potencias extranjeras intervengan rápidamente.

Sin embargo, es importante poner en contexto las declaraciones de Bridgen. Andrew Bridgen ha sido conocido por sus opiniones controvertidas y, a menudo, conspirativas. Ha expresado escepticismo respecto al cambio climático, sugiriendo que las políticas ambientales son motivadas más por intereses económicos y políticos que por evidencia científica. Durante la pandemia de COVID-19, fue crítico con las medidas de confinamiento y cuestionó la seguridad y efectividad de las vacunas, posiciones que fueron ampliamente criticadas por la comunidad científica y médica. Estas posturas han llevado a que Bridgen sea visto como una figura polarizadora, más alineada con teorías conspirativas que con análisis basados en evidencia.

Resistance GB, el medio donde Bridgen hizo estas declaraciones, también tiene una reputación controvertida. El simple nombre de «Resistencia GB» ya huele a magufo. El medio fue fundado por William Coleshill, un exconcejal del Partido Conservador que fue suspendido por su partido en 2018 por realizar comentarios racistas en un debate. La orientación de Resistance GB es conspiranoica y de sospecha continua sobre todo lo que digan científicos, doctores u otros medios.

Cuando el entrevistador le pregunta al final de este corte, si el ataque de falsa bandera sería algo así como lo que ocurrió en el 11S, ya no queda mucho más que decir. Y cuando Bridgen se lo confirma, menos aun.

De todas maneras, hay que estar alerta porque no se ve una salida inmediata al conflicto de Ucrania. Y en ningún caso, una salida que permita retirarse a Rusia sin ser humillada. Eso es muy peligroso. Pero tampoco podemos hacer nada para evitar lo que allí pueda ocurrir. Así que demos gracias por cada mañana que nos levantemos y veamos el sol brillar en el cielo.

La entrevista completa la podéis ver aquí. El segmento que os he traducido está por el minuto 15, aproximadamente.