El macabro naufragio del Ourang Medan: esclareciendo el misterio
La mañana del 27 de junio de 1947, dos barcos estadounidenses que navegaban por el estrecho de Malaca, en Malasia, recibieron una escalofriante serie de mensajes de socorro en clave Morse:
«Todos los oficiales, incluyendo al capitán están muertos. Probablemente todos han muerto.»
Esto alarmó bastante a las personas que estaban escuchando, por lo que siguieron a la escucha. Recibieron otro mensaje en morse; sin embargo, este fue indescifrable… Para este punto ya estaban bastante asustados porque no entendían qué era lo que estaba sucediendo. Más tarde recibieron el último: “…estoy muriendo”… Después de eso todo quedó en silencio absoluto.
Los mensajes también indicaban la posición exacta del barco en problemas, el SS Ourang Medan. Al acercarse, la tripulación de los barcos rescatistas se topó con una terrorífica escena: el Ourang Medan se hallaba a la deriva, con la cubierta repleta de cadáveres de la tripulación. Los cuerpos no presentaban heridas visibles, pero sus rostros estaban distorsionados en muecas de dolor e intenso sufrimiento.
Tras un rápido registro que no halló sobrevivientes, y ante el temor de que una explosión fuera inminente, los rescatistas abandonaron el barco siniestrado. Poco después, según los relatos, el barco se incendió, se partió en dos y se hundió rápidamente en las profundidades del océano, llevándose para siempre las posibles evidencias físicas.
El escalofriante incidente inspiró las más extrañas teorías. Algunos especularon con experimentos militares secretos y nuevas armas químicas como posibles causas de la misteriosa tragedia. Otros sugirieron fenómenos paranormales, e incluso la intervención alienígena. Pero… ¿qué ocurrió realmente a bordo del Ourang Medan? ¿Existe una explicación racional y lógica para este macabro caso?
Tras una investigación minuciosa de los hechos, resulta que el naufragio del Ourang Medan tiene una causa totalmente terrenal y plausible. Claro que la realidad no es tan intrigante como la ficción. Veamos qué se sabe sobre este incidente, y por qué las teorías paranormales no tienen sustento.
Lo primero: no existen registros oficiales de la existencia de un barco mercantes llamado “Ourang Medan”. Algunos investigadores afirman que ese nombre en malayo significa “Hombre de Medan”, en referencia a la isla de Medan en Indonesia. Pero no hay evidencia de un barco con ese nombre antes de los supuestos eventos de 1947.
Los relatos del hallazgo del barco provienen de diversas fuentes, y existen inconsistencias importantes entre ellas. Algunas versiones ubican el incidente en 1948, no en 1947. Los detalles de la condición de los cadáveres y las causas del hundimiento varían mucho. Incluso el nombre del barco se menciona de formas distintas: Ourang Madan, Orang Medan, etc.
Claramente, los hechos se exageraron con cada nuevo relato. El número de víctimas abordo se elevó de entre 8 a 28 en las primeras versiones, a «cientos de cadáveres» en variantes posteriores. Un examen objetivo revela adornos posteriores y pocos datos corroborables.
¿Entonces qué sucedió? Lo más probable es que el Ourang Medan, bajo otro nombre y matrícula, estuviera involucrado en el tráfico ilegal de químicos y se dirigiese a puertos chinos cuando ocurrió la tragedia. Sabemos que en esa época era común que viejos cargueros transportaran químicos peligrosos y explosivos de forma inapropiada. Una filtración pudo provocar la muerte de la tripulación por envenenamiento o asfixia.
De hecho, se han registrado otros casos de barcos «fantasma» hallados abandonados en el mar con restos de cargamentos químicos. Uno de ellos, el SS Waratah desaparecido en 1909, presentaba también rasgos de corrosión en los metales, indicio de un derrame tóxico.
En conclusión, el conocido como «Ourang Medan» no era sino un barco más en el lucrativo negocio del tráfico ilegal tras la segunda guerra mundial. La decisión irresponsable de transportar sustancias peligrosas provocó una tragedia, que luego se adornó dando paso a leyendas sobre fantasmas, aliens y armas secretas. Una dramática historia, pero sin necesidad de recurrir a explicaciones paranormales.
arch13
16/08/23 13:51
Buen artículo.