El penique de Main: ¿Llegaron los vikingos a América antes que Colón?
Dentro de la categoría de «objetos fuera de lugar» (o OOPART) nos encontramos con esta curiosa moneda noruega, del reinado de Olaf Kyrre, entre los años 1067 al 1097. El hallazgo no tendría nada de especial si no fuera porque fue descubierto en Main, Estados Unidos. ¿Quiere decir esto que los vikingos conquistaron Norteamérica en el siglo XI?
Europa ha sido una sucesión de culturas asombrosas, y una de ellas es la vikinga. Eran unos habilidosos constructores de barcos, que utilizaban para descubrir nuevos territorios. El problema, es que cuando encontraban un asentamiento humano, lo saqueaban y destruían,… pero nadie es perfecto.
Navegaban por mares y ríos, e incluso por tierra. Cuando las condiciones no permitían avanzar por el agua, arrastraban el barco a la orilla y tiraban de él hasta llegar a un nuevo emplazamiento en el que pudiesen volver a a bordo. Podían navegar durante semanas con sus navíos.
Posiblemente, la razón que movió a los vikingos a realizar sus viajes, es que era mucho más fácil saquear a otros pueblos que cosechar las escasas y poco fértiles tierras de su región. Se expandieron por toda la península escandinava, por las islas británicas e Islandia. A ello ayudó la presencia de islas que salpicaban el océano, como las Feroe o las Shetland, que permitían hacer el viaje en etapas.
Pero no se quedaron ahí, ya que en el siglo X, de Islandia saltaron a Groenlandia liderados por Erik el Rojo, sobre la que se asentaron en su costa occidental, a poca distancia de las costas canadienses. El apodo de este vikingo de debía al color de su pelo, y no a sus ideas políticas.
En el 986, un comerciante islandés llamado Bjarni Herjólfsson, que llevaba a ciudadanos islandeses a Groenlandia, se desvió de su ruta y sin quererlo fue el primer europeo que vislumbró las costas de América del norte (línea azul del mapa de ariba). Bordeó las costas de la península de Labrador, pero finalmente volteó rumbo a Groenlandia.
Comentó lo que había visto con los otros vikingos del asentamiento, y poco después el hijo de Erik el rojo, Leif Eriksson, montó una expedición para comprobarlo (línea naranja del mapa). Bordeó Groenlandia y llegó a la isla de Baffin. Luego bajó por Labrador, y finalmente llegó a Terranova, a la que llamaron Vinland porque crecían vides silvestres. Como a los vikingos les gustaba el vino más que a un tonto un lápiz, decidieron montar allí un asentamiento.
Todo esto está documentado, pero no consta que los vikingos bajasen más al sur de Terranova. Además unos problemas con los nativos (que estaban obsesionados con matarles, vamos), les obligaron a abandonar el asentamiento y volver a Groenlandia, tras solo 3 años después de asentarse en Terranova. Quizá hubo algún otro viaje después, para aprovisionarse de madera, pero vista la hostilidad de los nativos, seguro que fueron incursiones rápidas.
Pero ahora viene lo bueno. Un arqueólogo aficionado de Main llamado Guy Mellgren, dijo haber encontrado en 1957 una moneda de plata del reinado de Olaf Kyrre, que gobernó entre los años 1067 al 1097, en un yacimiento de Goddard. Este era un extenso sitio arqueológico en un antiguo asentamiento amerindio en la Bahía de Penobscot de Brooklin, Maine.
Su existencia pone en evidencia la reconstrucción histórica de los viajes de los vikingos en América, situándolos allí 100 años después de lo que se presuponía, y mucho más al sur de Terranova.
Puede, no obstante, que esa moneda hubiese sido encontrada por un nativo en Teranova, y que de alguna manera hubiese ido a parar a Main. El yacimiento data de los años 1180-1235 por lo que eso debió de ocurrir 100 o 150 años después de que el nativo la encontrase.
Pero hay una explicación más mundana, y seguramente más acertada. Svein H. Gullbekk, profesor adjunto de la Universidad de Oslo, hizo una investigación en el gabinete de monedas del Museo del Patrimonio Cultural de la Universidad en relación a esta moneda. El 1 de junio de 1948, varias monedas iguales a esta salieron a la venta (lote 663 de la venta de Grunthal-NFA). Parece probable que todas esas monedas proveniesen del importante tesoro de Gressli (Graeslid), encontrado en 1878. Unido este dato a que el hallazgo de Guy Mellgren no se documentó correctamente, hace pensar a Svein H. Gullbekk que alguien estaba tratando deliberadamente de manipular la situación, al intentar hacer pasar por un hallazgo arqueológico una moneda que adquirió a un anticuario. Para Gullbekk, la moneda nórdica de Maine debería considerarse un engaño. En eso, este OOPART no se diferencia mucho de los otros que hemos analizado en el blog.