El Pentágono, el NY Times y los OVNIs
Otra vez el NYTimes publica un artículo alertando de que los OVNIs podrían ya habernos visitado, o incluso lo estén haciendo en este momento.
El artículo se publicó el pasado 23 de julio, y está firmado por Ralph Blumenthal y Leslie Kean.
A pesar de que en su día el Pentágono declarase que había eliminado el programa para investigar objetos voladores no identificados, realmente sigue en marcha, con otro nombre y con el presupuesto escondido dentro de la Oficina de Inteligencia Naval, donde los funcionarios continúan estudiando encuentros desconcertantes entre pilotos militares y vehículos aéreos no identificados.
En el artículo se menciona que las Fuerzas Armadas de los EEUU deben de investigar los objetos voladores no identificados para determinar si otras potencias pudieran haber descubierto tecnologías de las que los EEUU no dispone, y pudieran suponer una amenaza para el país. Pero se salpica con referencias a declaraciones hechas por otras personalidades, que dejan la puerta abierta al origen terrestre o no de los hallazgos.
Eric W. Davis, astrofísico que trabajó como subcontratista y luego consultor del programa OVNI del Pentágono desde 2007, dijo que también dio informes clasificados sobre la recuperación de vehículos de origen extraterrestre a los miembros del personal del Comité de Servicios Armados del Senado el 21 de octubre de 2019, y a los miembros del personal del Comité de Inteligencia del Senado dos días después.
Una primera versión del articulo (ahora corregida) incluía unas declaraciones del senador retirado Harry Reid, en las que decía que se habían producido accidentes de objetos de origen desconocido y que los materiales recuperados deberían ser estudiados. El NYT publicó una enmienda, puntualizando que la afirmación del ex-senador era algo que él, a título personal creía, no un hecho del que tenía constancia. El que Reid esté mezclado con el mundo de los OVNIs se debe a que el inversionista multimillonario (y antiguo creyente de los ovnis) Robert Bigelow era frecuente colaborador en las campañas electorales del senador Harry Reid, e incluso ejerció influencia sobre él para la creación del Programa Avanzado de Identificación de Amenazas Aeroespaciales (AATIP) del Departamento de Defensa (que luego contrató de vuelta 22 millones de dólares a las empresas de Bigelow). Ya veis que en EEUU también se hacen estas cosas.
Bueno, en primer lugar, cabe destacar que el artículo está firmado por Leslie Kean, que es una escritora de ciencia ficción que ha escrito el libro OVNIS, que trata sobre varios avistamientos protagonizados por pilotos de las fuerzas armadas, cuyos testimonios se filtraron en 2007 y 2015.
El otro autor del artículo, Ralph Blumenthal, también es un creyente de los ovnis. Nada más hace falta entrar en su sitio personal para verlo.
Con esto no quiero hacer un ad hominem, ni mucho menos, sino precisar que los autores de este artículo no son periodistas generalistas del NYT, sino escritores de ciencia ficción y aficionados al mundo OVNI.
En el artículo, se hace referencia a otro publicado en el mismo medio en 2017: Auras resplandecientes y «dinero negro»: el misterioso U.F.O. del programa del Pentágono.
En ese artículo y en otros posteriores se mencionan 3 vídeos, que fueron oficialmente liberados por el Departamento de Defensa de los EEUU.
El Departamento de Defensa ha autorizado la publicación de tres videos no clasificados de la Armada, uno tomado en noviembre de 2004 y los otros dos en enero de 2015, que han estado circulando en el dominio público después de lanzamientos no autorizados en 2007 y 2017. La Marina de los EE. UU. Reconoció previamente que estos videos que circulaban en el dominio público eran de hecho videos de la Marina. Después de una revisión exhaustiva, el departamento ha determinado que la publicación autorizada de estos videos no clasificados no revela capacidades o sistemas sensibles, y no afecta las investigaciones posteriores de incursiones en el espacio aéreo militar por fenómenos aéreos no identificados. DoD está liberando los videos para aclarar cualquier idea errónea del público sobre si el metraje que ha estado circulando era real o no, o si hay más en los videos. Los fenómenos aéreos observados en los videos permanecen caracterizados como «no identificados». Los videos publicados se pueden encontrar en la sala de lectura FOIA Command de Naval Air Systems: https://www.navair.navy.mil/foia/documents.
Seguramente influyo en esta publicación oficial, el libro que Leslie Kean publicó en esas mismas fechas.
Esos tres vídeos se conocen como FLIR, GIMBAL y GO-FAST, y fueron popularizados por Luis Elizondo de TTSA (Academia a las Estrellas) y otros, al margen de cualqueir actividad interna del Pentágono. La TTSA fue fundada por un músico de rock llamado Tom DeLonge, anteriormente de la banda Blink-182, que describe a TTSA como una «compañía de entretenimiento multimedia independiente» (solo para hacernos una idea de la seriedad del tema).
Mick West, autor del sitio Metabunk, se ha tomado mucho tiempo en analizar los vídeos y la información existente sobre los mismos llegando a las siguientes conclusiones:
FLIR
Se trata de un avión lejano, que se ve muy borroso. EL avión no se mueve. Lo que se mueve es la cámara que lo graba. Realmente hay dos cámaras, y en la grabación, estas se alternan. Una de ellas está grabado en infrarrojo, lo que quiere decir que el blanco está caliente y el negro frío. La otra graba luz visible, mostrando al objeto de color negro y borroso en la distancia. A medida que el objeto está mas cercano, la mancha borrosa se ve más alargada, e incluso parece que se distingue un alerón a la izquierda. EL objeto se ve negro por la existencia de luz de fondo, y borroso, por la distancia y la resolución de la cámara. Mick lo explica perfectamente en este vídeo:
GIMBAL
Este es posiblemente el vídeo de un caza que sigue una trayectoria recta. Es la cámara montada en el avión de observación la que provoca la oscilación del aura que rodea al objeto. Mick lo explica en este vídeo.
GO-FAST
Probablemente es un globo. Se mueve lentamente pero está a una altura intermedia entre el mar y el avión que hace la grabación. EL resultado es solo un efecto óptico causado por paralaje.
La explicación de Mick es compleja de seguir, ya que utiliza la propia información que queda registrada en la grabación para demostrar que se trata de un efecto de paralaje. Pero seguro que lo entendéis mejor con este otro vídeo que también creó él, en el que cuelga una pelota de ping pong de una rama cercana, y graba una secuencia enfocando a este objeto mientras camina, obteniendo como resultado el efecto, de que es el objeto el que se mueve a gran velocidad, cuando realmente está inmóvil, gracias a este efecto de paralaje.
Referencias:
http://www.metabunk.org/threads/explained-new-navy-ufo-videos.11234/
The Pentagon’s UFOs: How a Multimedia Entertainment Company Created a UFO News Story
Anonimo1
31/07/20 01:36
@ Juanchi:
¿Y cúal es la necesidad de dar ese salto de fe?.
Si algo se desconoce, si al menos de momento, no se puede conocer, pues lo sensato es mantenerse en la incertidumbre.
No son sólo tus intuiciones, todos las tenemos, son los principios de los cuales partes para llegar a tus conclusiones, sin importar que tan precisas puedan ser. Estés consciente de dichos principios o no.
Tú piensas que gente honesta y con incluso experiencia en su profesión y con todas las de perder y nada que ganar son dignas de crédito.
Pero no debes olvidar que nuestras percepciones y lo que interpretamos de ellas son deficientes comparadas con nuestras habilidades motoras.
Estas últimas son notables, alguien que maneja puede dejar de conducir por una década y luego volver a hacerlo, recuperando su habilidad anterior relativamente rápido.
El problema, es que nuestra percepción e interpretación ni por asomo es tan buena, por mucho entrenamiento que tengas, te puedes equivocar significativamente.
Simplemente, no somos confiables al respecto para evaluar lo extraordinario a partir de sólo los sentidos.
Por eso es preciso contrastar, los testimonios son complementarios en una investigación, dan referencias, pero jamás son determinantes.
Luiggi
31/07/20 02:04
@ Juanchi:
Eso tiene un nombre en inglés, wishful thinking. Forma parte de lo que se conoce como sesgo de confirmación, y es puramente responsabilidad de que nuestro sistema nervioso central sea un yonqui de dopamina.
Lo más probable es que en 1000 años más no hayamos descubierto nuevas formas de desplazamiento, porque la física es una sola, y por suerte o por desgracia, la conocemos bastante bien. A lo que podemos aspirar es a encontrar nuevas formas de producción de energía, más limpias y más eficientes. Pero yo que usted dejaría de lado los deseos de volverse un Navegante de la Cofradía.
De todas maneras, el problema más grande que tenemos hoy por hoy es que estamos solos en nuestra burbuja de espectro radioeléctrico: no hay nada en el radio de acción de nuestras emisiones de radiofrecuencia que demuestre estar vivo y en condiciones de interpretarlas. Podemos decir que estamos solos en el universo de facto.
Así que hala hombre, a dejar de buscar a ET
Alexis
31/07/20 02:47
Luiggi dijo:
Bien. De acuerdo.
El comentario que puse, al que usted me responde, obedecía a que alguien había dicho más arriba que no le convencía aquello de que «afirmaciones extraordinarias requieren pruebas extraordinarias».
Me dije: ¡Pues vale! Y se me ocurrió intentar razonar la idea de que las pruebas tienen que ser, en todo caso y valga la redundancia, lo bastante «probatorias» de lo que sea en cada caso.
Y que, efectivamente, tendrán que ser pruebas «extraordinarias» para afirmaciones de esa índole. Pero que si a alguien no le gusta que se les llame «extraordinarias», pues que no las llame así. Pero que lo que sí tendrán que ser es lo bastante sólidas y contundentes si pretenden probar cualquier afirmación lo bastante rupturista como para introducir elementos hasta entonces no contemplados, ni comprobados, ni contrastados. O sea: «Suficientes» como para avalar tal magnitud de lo afirmado.
No pretendía ignorar que se pueda hacer una distinción entre la idea de «suficiente para cada caso» y la de «extraordinario para los casos que requieran ser considerados así». Pero sí que, si se quiere, se puede considerar lo de «suficiente para cada caso» como válido para todo. Sólo que: ¡A ver qué se puede considerar «suficiente» para según que casos!
Y al final me parece que estamos diciendo lo mismo, si no se me escapa nada a mí.
De todos modos no le pido (a nadie) que me haga ya mucho más caso a mí. Que entro aquí, como quien dice, unas 24 horas después de mi anterior comentario, y que esto no son más que apuntes sobre pequeños matices casi al margen, y a los que hoy veo que llego ya un poco tarde.
Que de repente me encuentro ahora con que ya se han vuelto a poner sobre la mesa todos los «ingredientes» más o menos habituales para que se vuelva a cocer el lío.
Así que ya me quedo otra vez a la expectativa de cómo continúa el tema principal.
Spoiler-man
31/07/20 11:08
Hay un cuento/anécdota que refleja mi concepto de lo que es o debe ser la ciencia:
Unos científicos viajan en tren a un congreso en Glasgow; van atravesando la campilla inglesa, donde por doquier campan rebaños de ovejas blancas. Justo tras atravesar la frontera con Escocia, lo primero que se encuentran es una oveja negra.
-He aquí la importancia del espíritu científico, ya que ante este hecho, un profano podría argumentar que las ovejas en Escocia son negras.
-Bien dicho, querido colega; cuando la ciencia lo que diría es que en Escocia al menos existe una oveja negra.
-Siento discrepar -dice un tercero- pero lo que la ciencia podría decir, es que en Escocia al menos existe una oveja, con al menos uno de sus costados de color negro.
Ese es el espíritu de la ciencia que me enamora, que me seduce. Dicho lo cual, tengo que discrepar con una afirmación que aquí se ha dicho de que: «para la ciencia el testimonio de los testigos es irrelevante». Tal definición no es buena o no es precisa. Y para verlo claramente, tomemos como ejemplo la metodología de la medicina -que es una ciencia-.
Si el testimonio de alguien fuera irrelevante, el médico no nos preguntaría qué nos pasa. Procedería a hacernos pruebas sin más. Y no hay que ser científico para adivinar que tal modo de actuación sería un despropósito. Como también lo sería, ojo, preguntarnos y por mucho que le describamos los síntomas de una determinada enfermedad con las mismas palabras y todas las acepciones reseñadas en la enciclopedia médica, aceptarlo sin más y recetarnos sin comprobar las señales externas o internas que confirmen lo que decimos. Por tanto, la afirmación no es exacta, sino que el testimonio de alguien puede ser irrelevante en tanto como valor de prueba, pero sería una irresponsabilidad desdeñar su valor en sí mismo.
De hecho la medicina avanzó en base a ello. Los médicos veían que los que manifestaban determinada dolencia, a menudo presentaban unos signos exteriores comunes, unas señales, repetían unas pautas. Y en base a esos testimonios y pautas es como estrechaban el cerco a las causas de tal enfermedad.
Es además, inexacto. Los científicos sí le dan valor a los testimonios. Si el nombre de Edmund Halley es ampliamente conocido más allá del ámbito científico, es gracias a valorar testimonios de gente que ni siquiera conoció. Porque él no fue el primero en observar el cometa que ahora lleva su nombre. Lo fue porque buscó en registros de antiguos astrónomos o astrólogos, no importaba, descripciones de un objeto como el que él había observado. Gracias a ello observó una pauta; una pauta temporal que podía corresponderse con una órbita de unos 75 años. Podemos aducir que tales testimonios no eran de gente vulgar, sino de científicos; pero eso nos llevaría a un lugar muy resbaladizo: resultaría que para reconocer «hechos extraordinarios» la ciencia no sólo necesitaría «pruebas extraordinarias», sino también «testimonios extraordinarios». Y eso ya es demasiado.
Esto me recuerda cómo, a finales del siglo XVIII, la academia de ciencias francesa emitió un comunicado rechazando la existencia de meteoritos; cosa que remachó magistralmente el naturalista Georges Cuvier con un argumento demoledor y aparentemente irrefutable: «las piedras no pueden caer del cielo, porque en el cielo no hay piedras».
¿Quién puede reprochárselo? Los testimonios de los testigos son irrelevantes. Y no van a molestarse en coger la calesa y tras acabar todo camino practicable avanzar a caballo y por último a pie para acceder al sitio donde cualquier lunático dice haber visto caer algo que no puede existir: una piedra caída del cielo. Sería tan absurdo como que ahora un científico se dignase aparecer donde un lunático dice haber visto aterrizar o estrellarse un OVNI.
El caso es que unos años después hubo una lluvia meteórica y entonces alguno sí que accedió a investigar tales sucesos, encontrándose rápidamente con abundante e incontrovertible evidencia.
Juanchi
31/07/20 11:23
Tu y yo, Anónimo 1, podemos desconocer ese algo y tener opiniones diferentes o iguales al respecto, pero puede haber quien sepa cosas que otros ignoramos. Luego podrá demostrarlas o no pero no es anticientifico decir que hay verdades que la ciencia ignora.
Yo no creo que esas cosas sean verdad porque yo lo valgo pero si creo que hay posibilidades de que lo sean y por lo que os leo tampoco vosotros negais esa posibilidad, solo que anteponeis la verificación científica a cualquier afirmación. Otros, menos estrictos, nos aventuramos algo más y nos exponemos a algún que otro pescozon. También sabemos que tenemos un riesgo mayor de equivocarnos.
Evidentemente en la experiencia que cito no aludo a una experiencia sujeta a interpretaciones, sino a algo más bien del tipo: o esto es todo cierto o no lo es nada de lo que me ha ocurrido. A nuestro hombre, que a sus ya muchos años de intensa vida, y lo de intensa no es un decir, aquello le dejó tan conmocionado que lo primero que hizo fue ir a la consulta del psiquiatra más reconocido de su ciudad para una valoración de su estado, sin que aquel descubriese ninguna anomalía. Cuando valoró la posibilidad de escribir sobre la experiencia de aquellas tres o cuatro horas tan intensas como fuera de sus ocupaciones o preocupaciones habituales, su editor, de muy ilustre apellido, le advirtió de las consecuencias que tendría para su prestigio, y por qué no para el de la editorial, pero aún así él quiso que se publicase pues sí se había jugado tantas veces la vida por defender aquello en lo que creía, tanto en la guerra civil como en Francia contra los nazis, no le iba a detener ahora el miedo al escarnio público defender una verdad tan personal como intransferible. Por eso y por que pensaba que algo así no le habría pasado para que nadie más lo supiera. Nunca habló más del tema porque él lo buscase y murió afirmando la veracidad de esos hechos.
Para mí es el tipo de persona que merece al menos ser escuchado con respeto.
Luiggi, dices que lo más probable es que en 1000 años más no hayamos descubierto nuevas formas de desplazamiento. Eso también es un acto de fe, no obstante me conformo con que digas que es lo más probable y no algo absolutamente imposible. Al menos en eso coincidimos.
Juanchi
31/07/20 21:00
Solo una razón más por la que no serviría de nada robar un cenicero de una nave extraterrestre para que la ciencia afirmase que existen y vienen: simplemente porque ese cenicero sería el producto de un ilícito penal, vamos, de un delito. La ciencia nunca analizaría algo que se hubiera obtenido de forma ilegal. Eso ya ha ocurrido. No os suena?
Javier
31/07/20 23:14
…por dios.
Luis Castano
1/08/20 01:37
Juanchi dijo:
Leo eso de más arriba y de golpe me he acordado de este video que vi el otro día:
https://www.20minutos.es/noticia/4335523/0/increible-escudo-invisibilidad-creado-materiales-caseros/
¿Qué quiero plantear con esto? Pues que si lo que fuese se mueve rápido y acto seguido deja de verse no tiene porqué ser necesariamente porque acelere a la velocidad de la luz o algo así sino que podría ser que acelerase y luego se hiciese «invisible», engañando así a la vista (e instrumentos) de los pilotos que concluirían algo que no es (hipervelocidad).
Por proponer una cosa más.
Luiggi
1/08/20 01:53
@ Luis Castano:
Lo dicho, lo que ocurre en los tres videos con los que el ex Blink 182 y otra banda de mercachifles plantean forrarse es completamente explicable con tecnología existente en la actualidad. No hay ni «aceleraciones imposibles» ni «maniobras que desafían la física» ni «objetos que se sumergen en el agua a la velocidad del sonido» en los tres casos observados. Esos son sólo condimentos agregados post facto por aquellos que viven de las vistas de sus videos y los clicks en sus webs. Dichas afirmaciones se realizan desde un punto de vista completamente subjetivo, y cuando esos dichos se contrastan con un marco de referencia, resulta que todo lo que parecía antinatural resulta vulgar y corriente.
Citando a los Simpsons, «En el caso de la Ciencia contra la Religión, dictamino que la Religión no podrá acercarse a menos de 100 metros de la Ciencia».
Alexis
1/08/20 04:31
Hay una cosilla que me encuentro, ya varios comentarios más arriba, que a mí personalmente me suena un poco mal:
Luiggi dijo:
(De hecho esto sale justo antes de mi último comentario, con lo que debió de solaparse la aparición de aquél con la todavía redacción del mío. Pero bueno, eso da igual.)
Creo que todo lo que sea aspirar a optimizar el tema de la energía es algo que se debería, en todo caso, priorizar hoy en día. Importantísimo, estando como estamos.
¡Pero hombre! No nos quite tampoco la ilusión de que ulteriores progresos en física nos puedan deparar aún grandes sorpresas y hacer realidad aún más cosas que hoy sean o parezcan «imposibles».
Yo no estoy avalado por estudios ni conocimientos sólidos de nada, pero por lo que tengo entendido de lo que, por ejemplo, falta aún por cuadrar del todo entre la relatividad y la mecánica cuántica (¡y que por algún lado tendrá que acabar cuadrando, si todo es el mismo universo y la misma materia y energía que lo forman!) aún pueden salir conocimientos, y aplicaciones de los mismos, que nos puedan llevar aún bastante más allá de lo que tenemos hoy.
Creo que la «época dorada» del pensar que «ya se había llegado al tope» de todo lo que pudiera inventar la ciencia fue algo así como a finales del S. XIX, donde la avalancha de adelantos tecnológicos pilló realmente con el paso cambiado a gran parte de la mentalidad del momento… Y por entonces aún estaban por aparecer Don Albert Einstein y tantos otros.
Me parece que todo lo que hemos ido viendo desde entonces hasta acá nos pone en una perspectiva bien diferente sobre lo que se puede seguir esperando de los avances de la ciencia.
¡1000 años son mucho tiempo, eh! Para la progresión que ha alcanzado la ciencia sólo en los últimos 100 o así… (Otra cosa puede ser la continuidad o no de esa progresión, por auto-destrucción o catástrofe radical de algún tipo).
Otra cosa también será lo que pueda esperar llegar a ver, por ejemplo, yo mismo en persona.
Por pedir, me pediría yo aún poder ver retransmitido el primer pisotón de un pie humano en Marte, ya que el de la Luna me pilló demasiado casi recién nacido como para enterarme… ¡Pero vaya usted a saber! Que en realidad eso de la «carrera espacial» sí que ha dado unos tumbos que quizá hubieran resultado bien decepcionantes de imaginar en los años 70 del siglo pasado.
En la época de «2001, Una Odisea del Espacio», y de la llegada real del hombre a la Luna, me parece que se tendría que haber sido muy pesimista para pensar que para el S. XXI no tendríamos ya bastante pisoteado, en vivo y en persona, buena parte del sistema solar… Y, sin embargo…
Bueno… He empezado por lo que he empezado y acabo divagando. Y todo sin ceñirme tampoco al tema central, sólo por ganas de poner algo.
Me perdonen ustedes.
Luiggi
1/08/20 14:49
Bueh se me fue el tiempo de edición y no pude arreglar el comentario anterior. Iba a agregar que a mí también me encantaría ver pies humanos pateando polvo marciano, pero la realidad es que el buenazo de Perseverance está por suerte ya rumbo al planeta rojo, y si tenemos la suerte de que funcione igual que el buenazo de Curiosity y sus predecesores, nos llevará a un conocimiento mucho mayor de nuestro vecino espacial -y a un costo mucho, mucho menor- que el que podríamos obtener enviando una tripulación a Marte.
Cada kilo puesto en el espacio sale MUY caro, y cada kilo vivo, más aún, porque los autómatas que enviamos se arreglan con un poco de plutonio, algo de luz solar y unas buenas baterías, mientras que un humano necesita recursos no renovables para subsistir, amén de una atmósfera controlada. Y como si esto fuera poco, los autómatas pueden realizar las mismas mediciones/observaciones una y otra vez con un margen de error mucho más acotado que cualquier técnico o científico. Si hasta sus errores o fallos se pueden cuantificar y sistematizar para compensarlos, como se ha hecho antes con el Hubble por ejemplo.
Dice el dicho que la realidad no es triste, lo que no tiene es remedio. Mandar militares al espacio tiene el inmenso problema de que pueden ser los mejores científicos que un aparato pensado en el mejor caso formado para repeler amenazas externas pueda educar, pero siguen siendo militares. Y esto seguirá siendo así mientras la exploración espacial siga siendo hija de la carrera armamentista. Agregue Usted que en general los mejores científicos que tenemos tienen varias líneas de investigación abiertas, y sale de cajón que conviene tenerlos bien cómodos con los pies plantados en nuestro planeta.
Por lo pronto, tanto yo como mí retoño estamos muy contentos con la banalidad de que nuestros nombres están ya rumbo a Marte a lomos de Perseverance, como antes lo hicieron con Curiosity, y más recientemente rumbo al Sol, escudados tras las capas ablativas que revisten la Sonda Solar Parker: hay aunque sea unos bits remotamente relacionados con nosotros en otro mundo…
Así que ya lo ve Usted, ser testigo y parte -aunque sea una muy, muy pequeña, pero una parte al fin- de los avances de la Ciencia es perfectamente posible. Sepa que Usted mismo ya lo es al pagar sus impuestos y exigir que los mismos sean destinados en mayor medida al financiamiento científico por parte del Estado. Éste último hecho por si solo es por ejemplo responsable de que España sea el único país con CINCO estaciones meteorológicas en Marte.
cib
1/08/20 20:13
Hola Luiggi, según el CAB están operando en Marte las estaciones medioambientales españolas REMS, TWINS y en un futuro próximo MEDA. Dado que la aportación de la empresa LIDAX para la futura misión ExoMars son componentes para el RLS que como sabes, es un espectrómetro láser desarrollado para el estudio del subsuelo de Marte y por tanto, no es una estación meteorológica. ¿Cuáles son las 2 estaciones que faltan?. Gracias.
Fuentes:
https://cab.inta-csic.es/es/noticias/441/el-centro-de-astrobiologia-se-prepara-para-viajar-a-marte-por-tercera-vez
https://www.defensa.com/aeronautica-y-espacio/lidax-entrega-inta-contribucion-instrumento-esa-buscara-vida
https://inta.es/ExoMarsRaman/en/instrumento-rls/descripcion-rls/
Luiggi
1/08/20 21:00
cib dijo:
Gracias por la precisión. Me entró la duda al momento de escribir el post si eran 3 o 5, pero resulta que eran 3. Incluyendo la del futuro Perseverance.
Alexis
2/08/20 02:36
Luiggi dijo:
¡Vaya! Sí que me sabe mal, pero, entonces ¿hay un «tiempo de edición»? No lo sabía y nunca me he topado con eso. Y eso que yo tecleo a dos dedos.
Luiggi dijo:
Luiggi dijo:
Pues sí que es verdad, y yo que me alegro.
No se… Supongo que la ilusión por ver algún inicio de «colonización de a pie» de otros planetas quizá obedezca a ese todavía demasiado idealizado inicio de «expansión hacia fuera» de nuestra especie. Como una primera piedrecilla, de cara a la continuidad que pudieran darle futuras generaciones. Ideas de pura ciencia ficción, hoy en día, pero que al fin y al cabo contarían con la adhesión del bueno de Stephen Hawking (Que E.P.D.)por ejemplo… Y yo no descartaría que Carl Sagan (fallecido ya tantos años antes) hubiera pasado parte de su vida creyendo que hasta él mismo llegaría a poder ver, al menos, ese hipotético primer «desembarco» en Marte.
Ciencia ficción, con toda el ansia de mera fantasía que la impregna. Pero también inicio de apuesta por lo que pueda dar de sí un futuro más o menos lejano.
Que, al fin y al cabo, del «cortoplacismo» rácano y ratero ya nos tiene bastante aburridos la política cotidiana.
Bueno y ¡Qué demonios!: Si de verdad hay que encontrar en Marte restos de pirámides, templos y gasolineras de los Annunakis esos, bien habrá que enviar arqueólogos e investigadores con conocimientos, meticulosidad y método de trabajo que no puede emular ninguna máquina teledirigida.
Es más: Yo creo que se tendría que mandar ahí al tal Giorgio Tsoukalos ese que sale siempre en «Ancient Aliens», con escafandra, pico y pala. Que nos fuera retransmitiendo lo que encontrara (¿Algún cenicero alienígena, tal vez?). ¡Yo no descarto que a él le hiciera ilusión!
No digo nada de Erich Von Däniken, que el señor ya tiene una edad, y bastante se lo ha currado toda la vida persiguiendo a todos los marcianos ancestrales que se pueden perseguir sin salir de este planeta.
Bueno, y sólo recordar, al final, que el tema principal de este hilo en realidad es otro: Algo de unos OVNIS, y del Pentágono y tal… Lo que pasa es que yo no me he metido a comentar nada de eso porque, en realidad, todo lo que pueda saber yo de eso no pasa de lo que pueda leer aquí.
Saludos y buen domingo.
Spoiler-man
2/08/20 10:49
@ Doc Halliday:
Usted dice: «si no es un instrumento válido todas y cada una de las veces, entonces no sirve». Pero la experimentación es la base de la ciencia, y sin duda son más los experimentos fallidos que aquellos que tienen éxito a la primera. ¿Quiere eso decir que la experimentación, como método científico, no sirve?
Usted habla del método científico como si fuera algo único, monolítico e inmutable. Pero la verdad es que este método se establece en base a criterios, entre ellos los criterios de exclusión. Criterios como el que un testimonio no tenga relevancia científica.
Ya hemos visto que en el caso de la medicina, no sigue ese criterio. ¿Quiere eso decir que no es una ciencia o que no sigue el método científico? Pues no solo es que mal no le haya ido, es que es indudable que le hubiera ido incomparablemente peor que si lo hubiera seguido. Y si en el caso de la medicina, ha sido un rotundo éxito… ¿qué le hace pensar que para el resto de ciencias no pueda serlo?
Ahora bien… la medicina guarda una gran diferencia con otras ciencias… mientras aquellas servían o eran mantenidas por élites, la medicina en mayor o menor medida también vivía del pueblo. «Quien paga, manda» que dicen en mi tierra. Y en términos de márketing, no era muy buena estrategia no escuchar al cliente… Así es como la ciencia médica se puso al servicio del populacho. Lo cual puede llevarnos a otra interesante reflexión: ¿A quién sirve la ciencia?
Por otra parte, me sorprende que me hable de dolores de miembros amputados o patologías psicosomáticas; porque, al fin y al cabo… ¿Por qué ha de creer que tal cosa existe? ¿Puede probarlo? Si no podemos confiar en los testimonios de quienes lo padecen… No sé si ahora habrá instrumentos para medir la percepción del dolor, pero los médicos no lo necesitaron para aceptar estos fenómenos. ¿Cómo? En la gran guerra los médicos estaban acostumbrados a este tipo de testimonios por parte de los mutilados. Y no faltaban casos en que los mismos médicos cayeran víctimas del fuego enemigo, sufriendo también amputaciones. Y al relatar la experiencia es como si tuvieran un corresponsal, un medidor en una estación meteorológica, un astrónomo mirando por un telescopio, un biólogo por el microscopio, y en cualquier caso, un científico relatando un informe desde un lugar del horror donde por fortuna pocos de ellos habrían de acceder.
Me sorprende también que acuse al comunicado de la academia de ciencias francesa de ser: «un ejemplo más de pensamiento mágico y no científico: Cuando alguien hace afirmaciones taxativas acerca de aquello de lo que no tiene ninguna evidencia». ¿Acaso tiene usted evidencias de que no puedan existir naves avanzadas de origen desconocido en algún lugar del universo?
Además… ¿qué pruebas podían tener la academia francesa, aparte de testimonios, que, si aplicaran su criterio, no valdrían para nada? Los meteoritos tienen una lamentable querencia por caer en remotos parajes, andurriales solo poblados por ovejas y pastores incultos y analfabetos. Que tanto podrían no acercarse ni a punta de horca al lugar de caida de ese objeto del diablo, o de hacerlo, sería para llevárselo a la iglesia, por aquello de al cesar lo que es del cesar, y a los guardianes del cielo lo que es y cae del cielo. Y luego convence a sus autoridades que entreguen tal objeto a la ciencia, esos impíos que no contentos con desplazar a la Tierra del centro del universo, estaban a puntito de desplazar a Dios del centro del universo humano, para poner en su lugar al mismo hombre.
Pero bastó que la ciencia dejara atrás sus dogmas (parece paradógico, ¿eh?) y se interesase por ellos fenómenos para empezar a obtener frutos; alguna vez sería una carta de un notario, médico o alguien instruido desde algún lugar de Languedoc o Bretaña, sobre el testimonio de tal rústico del lugar de colisión de un objeto, o de que había podido hacerse con una roca profundamente mutilada por el calor, proporcionada por un molinero… Apenas un poco de movimiento e investigación, y el cerco sobre la evidencia estaba cerrado.
¿Cree que no faltarían charlatanes, gente dispuesta a vender rocas raras, volcánicas o echadas al fuego? Pues seguro, pero los meteoritos no suelen caer en los laboratorios, y de hacerlo, dudo mucho que a los mismos científicos le hiciera la más mínima gracia. En tales condiciones, la «experimentación» se hace a pie de campo. Y esa prueba y error se hace sobre personas y testimonios. La ciencia no sólo es una bata blanca. A veces también hay que bajar al barro para servirla.
r.
2/08/20 11:09
Por último, las voces de los pilotos (que de forma forzadamente neutral comentan “las capacidades de maniobra” del objeto) no son las de dos pilotos reales, éstas son muy nasales y entrecortadas y recogen la respiración por el uso del comunicador (lo que parece una mascarilla de oxígeno es un comunicador).
Anonimo1
2/08/20 14:59
Spoiler-man dijo:
Yo diría que la experimentación es parte de la ciencia.
Y debe hacerse con los controles y planificación adecuados, para que de esa manera la metodología de los experimentos esté tan clara como su alcance, así como equipos independientes puedan reproducir los mismos.
Los experimentos confirman o desmienten hipótesis, la falla no está en el método científico sino que puede estar en los experimentadores.
De estos últimos hay que cuidarse oh, si señor.
Alexis
3/08/20 03:32
Bueno, yo por poner algo aunque sea un poco de adorno. Sin «profundizar» mucho, que no tengo yo aptitudes para eso:
Lo que me parece captar de los últimos (o penúltimos) intercambios de pareceres de aquí, es que D. @Spoiler-Man expresa una serie de dudas sobre los límites o posibles ambigüedades que pueda tener la definición de «método científico», a lo largo y ancho de las tantas complejidades que puedan presentar los diferentes campos de la ciencia.
Y que, en todo caso (intuyo yo) lo que le sienta especialmente mal es que D. @Doc Halliday no tenga la deferencia de, aún refutándolas, considerarlas al menos «dudas razonables».
Otra cosa será que se le pueda reprochar a D. @Spoiler-Man, algún sesgo más o menos claro de querer barrer «acientíficamente» para su casa y propio interés, buscando justificaciones más o menos «indebidas».
Pero a mí sí que me parece verdad que puede ser difícil de discernir el «purismo» de la ciencia y su método. ¡No sobre el papel! Pero igual en la práctica pueda resultar condicionado de muchas maneras.
Doc Halliday dijo:
¡No debería, nunca y de ninguna manera! Pero leo, en un libro que tengo, algún apunte sobre la física «aria» que se impuso en Alemania con el régimen nazi. Básicamente despacharon a los judíos, y con ello en realidad se quedaron sin los mejores científicos con los que podrían haber contado.
«Johannes Starck y Philipp Lenard, ambos premios Nobel y altos dignatarios nazis, dirán que la ciencia es racial y condicionada por la sangre, y la física judía es una ilusión, perversión de la física básica aria».
(Copio más o menos textualmente).
Y así les fue, dejando que los aliados se quedaran con toda su «fuga de cerebros judíos».
Estaba buscando alguna otra cita sobre algo parecido sobre el condicionamiento ideológico, y consecuente atraso, sufrido por la biología (la genética) en la Rusia comunista… Aunque ahora mismo ésa no la he encontrado. Pero que también valdría de ejemplo. Como tantas otras cosas.
La ciencia parece haber avanzado, también, muy a base de tener que sobrevivir a las rivalidades entre científicos que se han ido tirando «apriorismos» a la cabeza, uno del otro. Abominando de las hipótesis ajenas porque reñían con las propias…
Al final la ciencia triunfa y avanza, porque su método es realmente «Él Método» y la manera válida de ir acotando y llegando a las respuestas buenas… Pero puede que en la práctica no sea tan fácil que resulte un método tan limpio, inmaculado y aséptico sin más. Se puede ver «contaminado» de muchas maneras.
Anonimo1 dijo:
Sí. Eso viene a ser lo que yo digo.
Spoiler-man
3/08/20 11:53
@ Doc Halliday:
Gracias por el enlace; le echaré un vistazo según vaya teniendo tiempo. Pero volvamos al lío:
Por si no se había dado cuenta, aquí no estábamos discutiendo lo que la ciencia es, sino cómo debería ser, por qué criterios debe guiarse. Yo soy fan del «pienso, luego existo», de la ciencia que camina lenta, pero firmemente, sobre certezas incontrovertibles. Para usted, en cambio, parece preferible una ciencia probabilística, en que si algo tiene muchas más probabilidades de ser blanco que negro, sea considerado blanco hasta que no se demuestre lo contrario; y al ser posible mediante pruebas «extraordinarias».
Porque la probabilidad es solo eso, posibilidades. Y la probabilidad no es ciencia, es una apuesta, un casino, una ruleta rusa en que en algún lugar hay una bala capaz de hacer saltar por los aires nuestro pensamiento erigido sobre un terreno tan volátil como la posibilidad. Ciencia es solo aquello que se asienta sobre certezas, que no hace afirmaciones que no pueda demostrar. Que no haga trampas de trilero al establecer las condiciones de esa demostración, y sobre todo que no tenga miedo de ir a buscar esa evidencia allá donde se encuentre.
Una cosa es que un testimonio tenga valor de prueba, y otra que no deba tenerse en cuenta. Yo he dejado muy claro cuál de esas opciones defiendo. Por tanto, cualquier confusión al respecto solo puede ser intencionada. Así, cuando digo que la medicina sigue ese mismo criterio, lo que estoy afirmando es que la medicina toma en consideración lo que le dice el paciente, y eso ni siquiera entra en controversia. Por ello cuando dice que la medicina «no sigue ese criterio», se trate de una confusión y se crea que me refería a la primera opción. Porque de otra manera sería falso, pero a un nivel en que nadie podría tener la más mínima duda de ello. Y yo no podría rebajarme a seguir discutiendo con quien hace afirmaciones falsas a sabiendas.
Ya le he dicho que para mí la ciencia no debe hacer afirmaciones que no pueda demostrar. Eso incluye el tema de los testimonios, que para usted son falsos mientras que no se demuestre lo contrario, mientras que yo entiendo que un testimonio será falso o verdadero solo cuando se acredite una condición u otra. ¿Esto abre la posibilidad a chalados de vacilar sobre cosas que no se pueden demostrar? ¿Y qué? La ciencia no lucha contra chalados, sino que lucha por el conocimiento. Y el conocimiento se debe buscar allá donde esté.
Lo que yo he tratado de explicarle es que la academia de ciencias francesa patinó precisamente por seguir una metodología muy parecida a la que usted defiende. Ambos parten de una premisa que no pueden demostrar: ya sean piedras que no pueden caer del cielo, o aparatos de tecnología avanzada que no pueden surcar los cielos. En ambos casos se repite la pauta de resistencia de aceptar e investigar testimonios, por no hablar ya de desplazarse al lugar de los supuestos acontecimientos. Que en el primer caso la evidencia era tan clara que solo estaba esperándoles a que fueran a por ella, por supuesto no quiere decir que en el segundo caso haya de ser igual, lo que sí está claro es una cosa: que la evidencia no se encuentra sola, sobre todo si no se quiere encontrar o hacer nada por encontrarla.
Porque en este asunto hay algo que chirría: resulta que hay algo que se considera altamente improbable por el hecho de que no hay evidencia. No hay evidencia porque no se considera digno de ser investigado. Y no se considera digno de ser investigado porque se considera altamente improbable. Y eso más que un método científico parece una canción de Javier Krahe: círculos viciosos.
Anonimo1
3/08/20 14:54
Spoiler-man dijo:
Pues yo veo que algo es altamente improbable porque lo obtenido hasta ahora puede explicarse con hipótesis mucho más simples, sin la necesidad de recurrir a lo extraordinario.
Digo…
Alexis
5/08/20 05:56
Saludos:
Eestoo… Que la noche anterior no estuve por aquí y leo ahora un poco tarde cualquier respuesta a lo que sea que haya dicho yo últimamente, en este hilo en concreto. Y no es por discutir realmente que se me da por poner aún algo más: Es, más que nada, por ver si soy capaz de matizar un poco más lo que intentaba expresar yo mismo (¡que tampoco era tanto!):
Doc Halliday dijo:
¡No, no! ¡Nada de errores de interpretación! Eso creo, al menos. ¡Si en realidad creo que todo lo que me responde usted ya lo daba yo por asumido, más implícitamente o menos, en mi comentario anterior!
Doc Halliday dijo:
Que no: Que yo sólo me refería a si, en la base de su discusión con D. @Spoiler-Man, no podría subyacer la duda («razonable» o «dependiente de criterio») sobre dónde, cuando o a qué atribuir más o menos la supuesta «objetividad» a la que obliga (o debería obligar) la aplicación del Método Científico del que se trata aquí.
Doc Halliday dijo:
Sí. Y yo ya había dicho antes:
Alexis dijo:
También quise poner un par de ejemplos burros sobre manipulaciones ideológicas históricas, pero sólo como ejemplos radicales del todo. (La pretendida «ciencia aria» de los nazis, y alguna otra cosa similar de la Rusia comunista) Sólo por poner un par de ejemplos, ya digo que bien burros… Pero que tampoco es eso del todo.
Y luego puse algo más sobre… Bueno… Me «autocito» otra vez:
Alexis dijo:
Con esto sólo pretendía yo «ilustrar» mi idea de que las complejidades de todo lo estudiable tampoco proporcionan siempre caminos firmes ni seguros para avanzar a partir de tal o cual punto, y que dependen mucho de las convergencias o divergencias de los diferentes observadores y puntos de vista, hasta llegar a ir siendo refutadas o confirmadas.
Pero, entonces:
¿Dónde está la verdadera «objetividad» del Método Científico, al menos a la hora de «priorizar» cualquier «inicio», o no, de estudio de lo que sea?
En la práctica, digo. No «sobre el papel», ni sobre la definición del «método» en sí. Que eso ya me queda claro.
Digamos, por ejemplo, que algunos científicos (teóricos) intentan estudiar (sin tener ocasión de contacto directo con él) a @ Doc Halliday:
Habrá alguno que supondrá, por las sugerencias que le vienen dadas de antemano, que tiene cola y cuatro patas.
Otro le dará más importancia a su propia hipótesis (por analogía) de que debe de odiar los lunes y pirrarse por la lasaña.
Otro, que debe de tener, por fuerza, alguna frustración congénita y perpetua por culpa de algún repelente canario en una jaula al que nunca consigue acceder.
Y habrá otros a los que todo esto les resultará irrelevante, como campo de estudio, porque sólo verán en ello alguna falacia de presunciones ideológicas a las que no atender en absoluto. Por puramente aberrantes (para ellos). Sin que sea significativo (para ellos) ni el número de patas que tenga, ni sus gustos por la lasaña, ni etc. etc…
Y, yo mismo, voy a suponer que estoy también ahí y, sin tampoco más datos que los demás, me planteo simplemente que, por lo menos no desdeñará, sin más la «chistosidad» que me ha salido así de la bola para poner este «ejemplo».
¡Pero en realidad yo tampoco tengo derecho a suponer nada de eso «a priori»! Ninguno más que los otros.
La realidad ya irá saliendo, si realmente se investiga y se consigue tener cada vez más contacto o aproximación con el objeto o sujeto de estudio.
Pero ¿Qué prioridad tiene eso?… Pues la que se le dé…
Y ahí iba yo:
Yo no pretendía expresar nada más que, acaso en la base de su discusión, esté la cuestión de que quizá la objetividad «absoluta» tampoco pueda ser nada más que algo a lo que «tender», pero a lo que tampoco poder aspirar del todo.
Igual que al infinito, o al cero absoluto de temperatura, a la «objetividad total» tampoco se puede llegar. Que siempre estará condicionado por criterios, no necesariamente ni brutalmente ideológicos, pero sí acaso inconscientes y/o condicionados por la personalidad de cada cual. Digo que tanto en concebir hipótesis como en priorizar, o no, tal o cual cosa o fenómeno como «campo de estudio»… O no…
Y esa es mi conclusión(chistes y rollos aparte): Simplemente las dificultades para acordar qué es lo que se puede considerar razonablemente «objetivo» a la hora de «abordarlo», o no.
No me hagan mucho caso en lo anterior. Sólo en esto:
Las dificultades para acordar la idea de debida «objetividad» a priori pueden ser, demasiado a menudo, suficientes como para distorsionar lo que se pretende.
Y, sobretodo, que me viene a parecer a mi que las discusiones entre @Doc Halliday y @Spoiler-Man, van de eso, más que de ninguna otra cosa: Priorizar, o no priorizar «objetivamente»… Lo que sea.
La cosa de la «objetividad», al fin y al cabo: Tan clarita en teoría, tan ambigua y difícil en la práctica…
Y si no he sabido expresar lo que pretendía con esos términos ya me callo del todo. Y punto.
PA Sierra
11/04/21 20:45
Ya estamos de nuevo con estos ciberespañolitos escépticos. La verdad me sorprende la capacidad acomodaticia de estos escépticos que, exactamente como los creyentes, se quedan con la información que les conviene, eliminando cualquier otra.
Aunque muchas de las cosas que aquí se dicen son ciertas, me sorprende la ausencia total de referencias a lo que dijeron los pilotos de guerra que fueron los verdaderos testigos. Nada de lo visto les pareció familiar, ni clasificable como objeto volador habitual. Resulta que nuestro ciberespañolito escéptico lo resolvió todo, aun cuando en EEUU el debate sigue!! que es un globo, que otro es un avión y bla bla.
Se dice algo del testimonio del radarista del barco? que señaló que los objetos bajaron de 6 mil pies a ras de mar en segundos? No.
Pero esto no tiene desperdicio, porque aunque nuestro ciberespañolito escéptico lo comentara en su entrada, a continuación usaría alguno de los argumentos escépticos que sacan como cartas ganadoras «desbanca mitos»:
– Debe ser una campaña militar para desinformar a la población pues se están planeando algunas estrategias que requieren distraer a las personas y gobiernos.
– Es un prototipo militar que debe ser ocultado de algún modo.
– Los investigadores son escritores de ciencia ficción, músicos, obreros, etc. que en su condición, por tanto no son ni buenos informantes ni tienen la estatura académica para hablar de esto (curiosamente cuando sale un académico, también lo destruyen, pero esta vez con argumentos más insolentes, como que es un idiota, un pirao, etc.)
– Los pilotos que vieron esto son fantasiosos, tienen un largo historial de creer en ovnis y por tanto tampoco son observadores legítimos.
– Si habla un político o ex jefe de alguna agencia, entonces están desinformando con algunos oscuros intereses políticos o geopolíticos (cayendo ahora en la conspiración, en la que los escépticos tampoco creen, pero aquí les va de maravilla y la usan con desparpajo).
– Es posible que bajo las condiciones atmosféricas, de presión, etc. los pilotos, usualmente considerados por los escépticos buenos referentes de observación, entonces ahora se hayan confundido un globo, Venus y hasta un pájaro.
– Los equipos fallaron, eran cámaras que bajo esas condiciones no eran para grabar nada de ese tipo, seguro los equipos fueron mal usados o se manipularon posteriormente las grabaciones.
Es curioso, cuando leía antaño a Ballester Olmos, éste siempre valoraba mucho al testigo profesional, al piloto, al oficial de guerra, etc. Ahora, como los pilotos siguen viendo ovnis y los sistemas de identificación más sofisticados los siguen registrando también, resulta que los escépticos comienzan a decir que las observaciones de estos testigos son apenas un 50% fiables y otra serie de descalificaciones.
John Ratcliffe dijo que ha visto objetos difíciles de explicar y que no tiene respuesta para dichos avistamientos, https://www.infobae.com/america/eeuu/2021/03/22/el-ex-jefe-de-la-inteligencia-de-eeuu-dijo-que-vio-ovnis-que-realizan-movimientos-que-no-estan-al-alcance-de-la-tecnologia-humana/
Pero me adelantaré a los escépticos, seguramente Ratcliffe dice estas cosas como una manera de desviar la atención de su jefecito Trump o quizás influido por él para causar desestabilidad, o quizás Infobae tiene un historial de noticias de este tipo que lo «descalifican» para tomarle seriamente y así un suma y sigue de posibles alternativas especulativas que, puesto que suenan más cotidianas (aun sean igualmente sin base), deben ser más verdad.
Y para peor, a pesar de que el mismo artículo descalifica a los autores de las noticias detrás de este caso, usa con total caradurismo las menciones de Mick West, quien no sólo no es piloto ni tiene ninguna formación como militar o agente, pues también es escritor, programador de video juegos (sin comentarios) y maneja un pequeño avión (a lo mejor para el autor de esta entrada eso ya lo califica técnica y moralmente).
En fin, que el mundo escéptico, para mi decepción, sigue en la misma mierda. Llevan 60 años o más dando las mismas explicaciones a todos los fenómenos extraños, y si aparece alguien con más galones para hablar de estos temas, también se convierte automáticamente en un loco, un creyente acrítico o derechamente un imbécil (insultándolos literalmente).
Por su parte, el fenómeno ovni no desaparece, los testigos calificados tampoco, y cada vez tenemos más noticias oficiales y no menos, para su angustia y sus cagaderas nerviosas.