La primera directriz

Puestos a elegir siempre he sido más de carne que de pescado, y más de perros que de gatos. Y en lo que a sagas de ciencia ficción se refiere, más de Star Trek que de Star Wars. En concreto soy un «freaky-fan» de  «La siguiente generación».

Me encantaba la entrada que aparecía al principio de cada capítulo:

El espacio, la última frontera. Éstos son los viajes de la nave estelar Enterprise, que continúa su misión de exploración de mundos desconocidos, descubrimiento de nuevas vidas y de nuevas civilizaciones; hasta alcanzar lugares donde nadie ha podido llegar.

La tripulación de las naves estelares, y en concreto sus mandos tenían unos protocolos que seguir con las civiliaciones que pudiesen encontrar en sus viajes. La más importante de ellas era la primera directriz:

Esta directriz reconoce el derecho de cada ser vivo a vivir en concordancia con su normal evolución cultural. Ningún miembro de la Flota Estelar interferirá en el sano y normal desarrollo de la vida y cultura alienígena. Entre sus interferencias se incluye la introducción de conocimiento superior, fuerza o tecnología a un mundo cuya sociedad es incapaz de manejar esas ventajas sabiamente.  El personal de la Flota Estelar no violará este Mandato Principal, aun para salvar sus vidas y/o naves, al menos que estén actuando para corregir una violación anterior o una contaminación accidental de dicha cultura. Esta directiva precede sobre todas las otras consideraciones y lleva consigo la mayor obligación moral. La Federación por medio de la Flota Estelar tiene como propósito la exploración de lugares desconocidos de la galaxia, pero el simple hecho de estar preparados a niveles tecnológicos o de estar conscientes de que no son los únicos seres en el universo no les da el derecho de imponer sus ideas o conocimientos a culturas que no están en el mismo nivel de desarrollo, evitando así abusos por parte de los miembros de la Flota Estelar, los cuales podrían beneficiarse con la tecnología que poseen para obtener ventajas de civilizaciones menos desarrolladas. Es una gran responsabilidad para los integrantes de la Federación, lo mismo que para los de la Flota Estelar, porque para respetarlas muchas veces deberán sacrificar sus vidas.

Si nosotros fuesemos una de esas civilizaciones alienígenas, y realmente existiese una federación de planetas que nos estuviesen investigando, ¿estaríamos preparados para aceptar que existen otras formas de vida extraterrestre y asimilarlo en nuestra vida cotidiana?

En los albores de la carrera espacial, allá por el inicio de la década de los 60, la NASA le encargó a la Brookings Institution la elaboración de un informe sobre las implicaciones de las actividades pacíficas en el espacio sobre los seres humanos, conocido desde entonces como el Informe Brookings.

Los amanates de la conspiranoia, ven en una de las secciones de dicho informe la prueba evidente de que los gobiernos nos ocultan la existencia de los extraterrestres. Esta sección dice lo siguiente:

Aunque un encuentro cara a cara con vida extraterrestre no ocurrirá en los próximos 20 años,  algún artefacto abandonado por ellos en algún momento del pasado podría ser encontrado por nosotros en la Luna, Venus o Marte. Las consecuencias sobre la población serían impredecibles a nivel emocional, y podrían variar de una cultura a otra. El que este descubrimiento sea un elemento motivador para volcarse en la aventura espacial es discutible. Muchas sociedades se han desintegrado cuando se han visto confrontadas con una civilización superior y otras en cambio han sobrevivido. Claramente, la mejor manera de estar preparados para esta posible crisis es entender los factores que podrían verse implicados en la misma.

Aunque no aboga claramente por encubrir las evidencias de la existencia de vida extraterrestre (o descubrimiento de evidencias de su existencia actual o pasada), el informe Brookings menciona brevemente la conveniencia de ocultar dichas evidencias al público.

Este texto, que es un argumento fantástico de ufólogos y conspiranoicos,  es una pequeña cita que se enmarca en una sección del informe en la que se trata del apoyo del público a las actividades del hombre en el espacio. Busca el análisis de cómo influirían estas actividades en las diferentes culturas de nuestro planeta, y cómo esa influencia podría repercutir en los proyectos espaciales. Es importante indicar, que el propio informe cita que el descubrimiento de vida extraterestre sería un factor clave en la unificación de la humanidad. Vaya, me he metido yo solito en la teoría del nuevo orden mundial. (¡Rafa!, cutipegui para tu web)

Referencias:

http://www.cardassiaprimera.com.ar/PrimeraDirectiva.htm