Bosé el despierto
Miguel Bosé ha vuelto a la carga con su teoría sobre desastres naturales como algo «provocado». Ahora, atribuye la tragedia en Valencia y otras regiones de España a una supuesta conspiración de élites, una que usa el «cambio climático» como una excusa. Según él, tras los chemtrails y HAARP se oculta una red que orquesta manipulaciones climáticas para mantenernos engañados. Sin embargo, una mirada con lupa nos muestra que estas teorías no tienen asidero en la realidad.
Los chemtrails, como me he hartado de explicar aquí, no son más que estelas de condensación dejadas por los aviones en altitudes elevadas, producto de la mezcla de gases y el frío extremo. La misma NASA y la NOAA confirman que se trata de vapor de agua, sin ninguna “intención siniestra” detrás. En cuanto a HAARP, ese viejo caballo de batalla de los conspiranoicos, no es capaz de alterar el clima. Este programa estadounidense se usa para estudiar la ionosfera y cuenta con una potencia limitada que, como señalan los especialistas, apenas tiene suficiente energía para calentar un área pequeña de la ionosfera y estudiar cómo se comporta, sin posibilidades reales de causar desastres.
Las danas, también conocidas como gotas frías, ocurren cuando hay una irrupción de aire frío en niveles altos de la atmósfera sobre una masa de aire más cálido y húmedo en superficie. Esta diferencia de temperaturas genera fuertes tormentas, con lluvias intensas y persistentes, granizo y vientos fuertes. Se suelen dar en otoño, cuando el mar aún conserva el calor acumulado durante el verano, alimentando las tormentas. Cualquiera que visite con frecuencia la costa Mediterránea, podrá asegurar que el agua de ese más está más caliente cada año, y por ello, no es extraño que estos fenómenos ocurran más frecuentemente ahora.
Además, el cambio climático es un fenómeno respaldado por décadas de estudios científicos, respaldados por datos medidos y comprobados en el tiempo. Las altas temperaturas globales, las variaciones en las estaciones y la intensidad de fenómenos como las danas (que en la península ibérica parecen ser cada vez más fuertes) se correlacionan con el calentamiento global, que no es un invento para vender nada. Siendo así, los intentos de desacreditar el cambio climático se basan en ideas sin evidencia y argumentos que no se sostienen más que en creencias. Las instituciones científicas globales, sin ánimos de lucro ni conspiraciones detrás, tienen datos consistentes que apoyan que estos fenómenos son en gran parte producto de nuestras emisiones de gases de efecto invernadero y cambios en el uso del suelo.
¿Que Bosé siente rabia y frustración ante los desastres naturales? Sin duda, como todos. Pero la solución no está en buscar conspiraciones donde no las hay, sino en aceptar la realidad y actuar conforme a lo que el conocimiento científico nos dice: que estos eventos son cada vez más graves por nuestras propias acciones sobre el clima y la naturaleza, y que debemos actuar de inmediato.
Putin
1/11/24 20:52
Desde cuando se han intensificado estos fenómenos en España? Eres una ramera barata.
Eroton
3/11/24 18:24
La frustración en éstos casos viene por partida doble, primero por la propia devastación del fenómeno, y segundo por ver cómo, de manera recurrente, nunca se aplican medidas preventivas por parte de las administraciones de turno, o no se hacen de manera realmente eficiente.
Parece que sale más barato dejar que éstas cosas ocurran, porque después nadie tiene la culpa de no haber aprovechado el verano para el desbroce de escorrentías y márgenes fluviales, limpieza de alcantarillado, etc. Y éstas medidas deben hacerse en conjunto como un plan general, porque ignorar sólo uno de éstos factores puede llegar a anular al resto.
Es obvio que éstos fenómenos van a seguir pasando; pero sabiendo, como se sabe, qué zonas son propensas a ellas, personalmente opino que la falta de previsión es la verdadera catástrofe, y causa del agravamiento en términos de pérdidas, tanto materiales como de personas.
Dicho lo cual, mis más sinceras condolencias a todos los afectados, y a todos los familiares de los fallecidos.
Saludos.
Jesús
5/11/24 13:08
Después de las catástrofes, siempre vienen detrás las conspiraciones, es una ley natural inapelable. Seguro que a los pocos días del diluvio universal, algún cuñado de Noé empezó a contar historias del club Bilderberg y los Illuminati.