Un estudio revela que la Tierra puede volcarse sobre su eje

Estos días ha aparecido en prensa una extraña noticia, sobre un posible volcado del eje de rotación de la Tierra. Y posiblemente también, al leerla no hayáis entendido nada, como me ocurrió a mi.

Estos artículos están basados en un estudio publicado en la revista Nature, titulado «Una verdadera oscilación polar en el Cretácico tardío«.

Para explicar lo que es una oscilación polar, primero explicaremos lo que no es.

1. No es una inversión geomagnética, o inversión del campo magnético de la Tierra. El polo magnético de nuestro planeta no coincide con el polo geográfico, o eje de rotación. El polo magnético se está moviendo por sus propias causas, como ya hemos visto en otras entradas de este blog. Se tiene constancia de que ya han habido «vuelcos» anteriores del polo magnético, pero de esto no es lo de lo que va el estudio publicado por Nature.
2. Tampoco es el movimiento de las placas tectónicas, que se mueven a la deriva «flotando» sobre el manto elástico de la Tierra.
3. Y tampoco se trata del proceso de bamboleo del eje de la Tierra conocido como precesión.

A lo que se refiere este estudio es a un cambio en el eje de rotación debido a los cambios en la distribución de masas de la corteza terrestre. Si nuestro planeta fuese una esfera maciza y homogénea, el eje de rotación no tendría por que variar su inclinación. Pero eso no ocurre en nuestro planeta.

El núcleo exterior es líquido, y el manto es un sólido elástico. Si por el movimiento tectónico de las placas, o por el surgimiento de volcanes que arrojasen gran cantidad de materia en una zona alejada del ecuador, esta distribución de masas cambiase, entonces se producirían unas inercias que descompensarían la rotación, y podrían variar el eje.

Imaginad que tenéis una peonza girando. Si ponéis una pequeña pesa en el centro de la peonza (en el ecuador), ésta seguiría girando equilibrada. Pero si la ponéis en la parte superior el equilibrio se rompería. La masa colocada en la parte superior trataría de irse a la parte ecuatorial variando el eje de rotación.

Pero que nadie se ponga nervioso. Estos procesos no ocurren de un día para otro, a una velocidad que no implica que que nadie tenga que salir disparado del planeta.