¿Un 60% de los médicos de EE.UU. dice no haberse vacunado contra la COVID?

Nuevamente la publicación canadiense Global Research a la carga. Ahora afirman, que según una encuesta publicada por la American Physicians and Surgeons (AAPS),cerca del 60% de los médicos y cirujanos de los EE.UU. han decidido no vacunarse contra la COVID-19.

Según cuenta RafaPal, esto es una evidencia de que «la mal llamada vacuna tiene graves efectos secundarios.» No sé qué le pasa a este chico que está últimamente desbocado con el tema de las vacunas. Si tantos efectos secundarios tiene, no sé donde están metiendo a los cadáveres. En este momento, casi un tercio de la población mundial está vacunada, con al menos una dosis.

Pero la encuesta de la AAPS, efectivamente existe, y la han respondido 711 doctores (aparentemente).

Esta encuesta contrasta con otra similar que ha realizado la Asociación Médica Estadounidense (AMA), en la que se concluye que el 96% de los doctores han sido vacunados.

Pero ¿de dónde viene esa disparidad?

Principalmente de la credibilidad de ambas organizaciones.

La Asociación Médica Estadounidense o AMA por sus siglas en inglés, es una organización de galenos de los Estados Unidos.

Se instituyó en 7 de mayo de 1847, para promover la ciencia y el arte de la medicina y el mejoramiento de la sanidad pública. Cuenta con alrededor de 250.000 miembros, casi la mitad de todos los estadounidenses que ejercen la profesión médica.

Por otro lado, la Asociación de Médicos y Cirujanos Estadounidenses (AAPS) es una asociación sin ánimo de lucro que promueve la desinformación médica, como la negación de la relación entre el VIH y el SIDA, la hipótesis de que el aborto aumenta el riesgo de sufrir  cáncer de mama, las conexiones entre las vacunas y el autismo, o que la homosexualidad reduce la esperanza de vida. La asociación fue fundada en 1943 para oponerse a un intento del gobierno de nacionalizar la sanidad.

Poco más que añadir. Ambas organizaciones parecen respetables si atendemos al significado de sus siglas, pero analizando superficialmente su perfil, podemos llegar a la conclusión de que una es una organización médica (AMA), y la otra un grupo de extremistas descerebrados (AAPS).