¿Qué está pasando en el interior de la Tierra?
Esta pregunta, a raíz de los eventos geológicos que hemos sufrido en el planeta, se me ha realizado en numerosas ocasiones a lo largo de las últimas semanas y meses. ¿Por qué hay más terremotos? ¿Qué está provocando esta inusitada actividad geológica en la Tierra? ¿Es la actividad solar, el cambio climático, un cambio geomagnético…? ¿Qué es lo que está pasando?
A primera vista parece que hay algo importante sucediendo bajo la corteza terrestre, en las profundidades de nuestro planeta. Terremotos como los de Haití, Chile o Turquía acabaron en pocos días con cientos de miles de personas, sin contar con la actividad volcánica que mantuvo en jaque al espacio aéreo europeo durante días y provocó un caos circulatorio en los desplazamientos por avión. Sin embargo, si nos abstraemos un poco de la histeria mediática generada a partir de estos eventos y raspamos en la historia y la estadística, nos damos cuenta de que podemos negar la mayor. Simple y llanamente, no está pasando nada, vivimos en un planeta violento donde los eventos geológicos son parte de nuestro pasado, nuestro presente y estarán ahí en nuestro futuro.
Los números
Para obtener la información histórica sobre estadísticas de terremotos, acudiremos a la página web del US Geological Survey National Earthquake Information Center centro que recoge y estudia la información sismológica mundial. Allí, podemos observar la tabla que nos muestra con qué asiduidad se producen terremotos de un cierto rango dentro de la escala Richter a lo largo del año.
Nos centraremos en los terremotos de mayor fuerza, 6 o superior, dado que son aquellos susceptibles de causar mayores daños. Para terremotos con un valor de 8 o superior, se estima un valor medio de 1 terremoto al año, mientras que para valores entre 7 y 7,9 se asciende a 15 eventos al año. Cuando hablamos de terremotos entre 6-6,9 la media anual se dispara hasta los 134. Desde luego, no hay que perder de vista que esto es un valor promedio sujeto a variaciones dentro de un cierto rango. Por ejemplo 2007 tuvo 4 terremotos de más de 8 grados mientras que hubo varios años en la década de 1990 sin ningún terremoto en este rango. Lo mismo podemos ver en los terremotos de 7-7,9 donde hubo varios años en la década de 1990 con hasta 18 sacudidas, estando el mínimo en 9 en el año 2006.
A lo largo de 2010 los valores que tenemos pueden observarse en la tabla anterior Para terremotos por encima de 8 grados, este año tenemos 1, el de Chile con un valor de 8,8. Para terremotos en el rango 7-7,9 tenemos 9 en total hasta el momento. Dado que hemos superado el ecuador del año, suponiendo que se mantenga el ritmo actual, estaríamos a final de año en un valor de 18, algo por encima de la media pero no lejos de valores típicos de otros años. Para los seísmos entre 6 y 6,9 el valor es de 91, de la misma forma que antes, la estimación es de 182, este sí, por encima de la media de 134 sobradamente. No obstante debemos señalar que este dato está un poco sesgado debido a que se concentraron muchos terremotos en este rango debido a las réplicas del terremoto chileno y a lo largo del año debería normalizarse. Este mismo ejercicio realizado con datos de principios de abril (final del primer trimestre) daba unas cifras de 53 terremotos, al multiplicar por 4 ofrecía un valor de 212 para el anual. Vemos cómo con los datos del segundo trimestre la estimación ha descendido hasta los 182.
Parece claro que, mirando las cifras, no tenemos un aumento significativo del número de terremotos, ni de su intensidad en lo que lleva de año.
NewZealander
10/07/10 10:12
Aparte de que cierta caterva interpretan los datos para su beneficio como quieren. ¿Que más se puede decir?
Un saludo
nube solitaria
10/07/10 11:07
Hay que estudiar la geología dentro de la escala temporal geológica, no de la humana.
En geología 50, 100 años no es un periodo de tiempo significativo, es un abrir y cerrar de ojos aunque para nosotros pueda ser toda una vida.
A pesar de los la tierra seguirá aquí muchos mas años que nosotros.