Kiyotaki: el túnel de los fantasmas

Dicen que por este túnel deambulan por la noche decenas de fantasma, almas en pena que pertenecieron a los trabajadores que fueron obligados a construirlo a principios del siglo pasado. Si lo cruzas de madrugada, se te pueden aparecer mientras conduces y provocarte un accidente. O aun peor. Pueden subir a tu coche y provocarte una muerte agónica.

Dicen también que la longitud de este túnel, ubicado en las afueras de Kioto, Japón, es de 444 metros. El 4 es un número maldito para muchas culturas orientales, por lo que el de Kiyotaki es un túnel 3 veces maligno. Pero también depende de la hora del día, porque la leyenda cuenta que el túnel tiene diferentes longitudes por la mañana y por la noche, y depende también de la dirección en la que se cruza. 

También es posible que leas en algún medio, que en su interior hay un espejo, que nadie sabe por qué esta ahí, pero que si lo miras al pasar, y te ves en el reflejo acompañado por alguien, cuando vas realmente solo, es que te espera una muerte horrible en los próximos días.

Muy terrible todo, y muy fantasioso. Pero los japoneses, supersticiosos como pocos, no se lo toman a coña. De hecho, no es raro observar coches, bicis y motos esperando en la entrada aunque el semáforo esté en verde. Para ellos, llegar al túnel y encontrarse una luz verde, es una invitación de los fantasmas que le están esperando dentro. Es por ello que prefieren esperar a que se ponga rojo, y entrar cuando cambie a verde de nuevo.

El túnel es muy angosto y permite la circulación en sólo una dirección, por lo que esta controlado por un semáforo.

Durante el período de Nambokucho (1336-1392) fue un campo de batalla, así como un lugar de ejecución, por lo que cumple los requisitos para considerarlo un lugar embrujado. O al menos para alimentar la imaginación de aquellos que creen en estas cosas. Construido en 1929 el túnel tiene una atmósfera espeluznante, realzada por las luces amarillentas y las paredes cubiertas de musgo.

El túnel se creó para el paso de una línea ferroviaria de la empresa Atagosan. Pero el ferrocarril fue cancelado poco antes de la Segunda Guerra Mundial. Después de eso, el túnel fue designado para el paso de automóviles.

Los informes sobre avistamientos sobrenaturales en el área comenzaron después de que una chica se suicidara a finales de los 90. Su esqueleto se encontró en 1998, enganchado por el cuello, muy cerca del túnel. Después de eso, las historias de fantasmas en el lugar surgieron a montones.

Los fantasmas que las personas afirman haber visto son en su mayoría mujeres, viejas y jóvenes, algunas llorando, otras enfadadas, algunas completamente visibles, otras sólo visibles en el reflejo de un espejo. Otros oyeron una voz masculina que lloraba como si viniera de las paredes del túnel. No es sorprendente teniendo en cuenta el número de trabajadores que murieron durante la construcción de la estructura.

Si buscáis» Kiyotaki» en youtube, encontraréis varios vídeos de frikis japoneses que han ido al túnel de madrugada, y lo han atravesado esperando que alguno de esos fantasmas se les apareciese, evidentemente sin éxito.

El túnel no tiene 444 metros. Es un adorno más de la historia, que va incorporando aderezos a medida que es transmitida de blog a blog. Tiene 321, como podéis ver en este cartel.

En su interior no hay ningún espejo. Solo hay uno en el exterior, para poder ver los coches en una curva cerrada. Por lo tanto, esta parte de la historia también es mentira. Y como te quedes mirando tu reflejo para ver si hay algún fantasma dentro de tu coche, lo más probable es que te pegues un piño contra la valla, y efectivamente te vayas para el otro barrio.

En este vídeo un autobús lo atraviesa. Si lo miráis os haréis una idea de cómo es.

El túnel está fotografiado en «google steet view». ¿Te atreves a atravesarlo? Si notas un aliento frío en la nuca, … mira a ver si cierra bien la ventana.

¡Feliz 2017!