El virus zika y las conspiraciones

Desde abril del año pasado, un brote de infección por el virus zika sacude el Este de Brasil, y en menor medida, otras zonas de América Latina. Este virus fue aislado por primera vez en 1947 en el bosque de Zika, Uganda. El virus es transmitido principalmente por la picadura de mosquitos del género aedes, que se localiza en la franja tropical del planeta, aunque se han documentado casos de transmisión vía sexual en humanos. La enfermedad tiene unos síntomas leves, produciendo a lo sumo estados febriles leves y brotes cutáneos. El problema de esta infección es que se tienen sospechas, de que si la infección  se produce en los primeros meses de un embarazo, el feto puede presentar malformaciones como la microcefalia. La sospechas se fundamentan en que ha sido encontrado en el líquido amniótico de madres embarazadas, lo que significa que es capaz de traspasar la placenta. También existen evidencias que correlan la infección por zika con el incremento de defectos neurológicos en bebés durante el último brote de zika en la Polinesia en 2014.

Como ocurre siempre que existe una amenaza contra la salud, surgen en paralelo teorías de la conspiración que proclaman que su origen proviene de un experimento que se ha descontrolado, o peor aun, de un genocidio planificado por una élite malintencionada.

Y este caso no podía ser distinto. Circulan en la actualidad varias teorías que se difunden por la red con más virulencia incluso que el propio virus.

La epidemia de zika en Brasil tuvo origen en la misma región geográfica en donde fueron liberados miles de mosquitos modificados genéticamente. Durante el 2011 y el 2012 la empresa de biotecnología Oxitec liberó millones de mosquitos Aedes Aegypti transgénicos en los alrededores de la ciudad brasileña de Juazeiro, como parte de un experimento para frenar el dengue. Estos zancudos, llamados científicamente OX513A, son creados en laboratorio, donde les insertan un gen letal que hace que la descendencia de estos insectos muera antes de llegar a la edad adulta. Los mosquitos mutantes creados por Oxitec son en su totalidad machos. Al ser liberados, se aparean con las hembras silvestres y transmiten un defecto genético que impide a las larvas llegar a un estado de madurez, deteniendo así la proliferación del mosquito portador del virus Zika.

La empresa creadora de los mosquitos transgénicos, Oxitec, pertenece a la corporación Intrexon, líder en bioingeniería genética y financiada por la fundación de Bill Gates. El lema de la compañía es “un mejor mundo a través de un mejor ADN”.

No es la primera vez que los charlatanes asocian a Bill Gates con teorías genocidas. En 2011 escribí aquí mismo, refutando la afirmación de Gates sobre cómo las vacunas pueden ayudar a reducir la población mundial. Seguramente lo que subyace detrás de estas acusaciones es la envidia por el éxito cosechado por el fundador de Microsoft.

La compañía Oxitec fue adquirida por Intrexon en Agosto de 2015, mientras que como he mencionado más arriba, el brote infeccioso apareció en Brasil en abril de ese año, varios meses antes, por lo que es imposible que Bill Gates estuviera detrás de nada que pudiera haber hecho Oxitec, porque ni lo dirigía ni lo financiaba.

En relación al experimento de Oxitec, hay que decir que no es la primera vez que se combaten a estos insectos por medio de la liberación de mosquitos macho estériles. La técnica proviene de los años 50. En aquella época, se exponían a radiación los mosquitos macho, que posteriormente eran liberados para que se enlazaran con mosquitos hembra. El ciclo de cópula de estos insectos es único, por lo que al aparearse con un macho estéril, toda la descendencia que debería proceder de la hembra es exterminada. El problema es que muchos de los machos irradiados tenían una actividad mermada, por lo que la eficiencia de esta técnica no era tan alta como debería. Lo que aporta Oxitec es una nueva técnica basada en la ingeniería genética, por medio de la cual se inserta un gen en los mosquitos macho, que no afecta a su actividad biológica, pero que inhabilita a su descendencia a crecer normalmente, muriendo antes de llegar a ser adultos.

El experimento fue realizado en 2011, liberando mosquitos alterados genéticamente en la localidad de Juazeiro, a 600 km de la ciudad de Natal, lugar en el que aparecieron los primeros casos de este brote.

No parece muy probable que haya una relación entre ambos sucesos, el experimento de Oxitec y el brote de zika, sobre todo si consideramos que la distancia que puede recorrer un mosquito en su vida no llega a los 60 metros.

El experimento de Oxitec fue un éxito, consiguiendo una reducción de la población de mosquitos en un 90%. Sin embargo hay críticos que afirman que la prueba fue peligrosa, ya que el gen que impide que las larvas de mosquito maduren se desactiva en presencia de un antibiótico muy común: la tetraciclina.

La ONG Amigos de la Tierra junto con otras organizaciones activistas del medioambiente denunciaron a la compañía británica por ocultamiento de información con respecto al experimento.

En este documento se revela que gracias a una demanda de petición, Oxitec tuvo que hacer público un informe en el que aclaraban que los mosquitos genéticamente modificados tenían una tasa de supervivencia del 3% en condiciones normales, y que en contacto con el antibiótico tetraciclina se podía reversar el efecto del gen modificado, es decir, en contacto con este antibiótico las larvas sobreviven.

La mala noticia es que la tetraciclina se encuentra en todas partes: alcantarillas, productos químicos de uso cotidiano, incluso en la comida para gatos.

Pero los niveles de concentración de tetraciclina necesarios para que los mosquitos alterados genéticamente puedan procrear han sido medidos empíricamente, y resultan ser entre 746 y 2.500 veces mayores a los niveles más altos que se han medido en el medio ambiente. Esto quiere decir que unos días después de que los liberasen, ya no quedaba ninguno de ellos vivo.

Hay otras teorías de la conspiración más burdas, en torno al zika. En algunos medios afirman que el virus ha sido creado y patentado por la familia Rockefeller para matar a millones de personas.

El virus zika fue patentado, si, patentado, en 1947, por la Fundación Rockefeller.

¿En qué se basan estas afirmaciones? Pues en este documento:

Pero en realidad ATCC es un repositorio de muestras biológicas, y el Dr. Jordi Casals fue un virólogo catalán que participó en aislar y catalogar este virus. ATCC vende y distribuye este virus para fines exclusivamente de investigación.