La asombrosa luna Titán

Salinas Julian dijo:

Si Titan y Venus poseen densas atmósferas, ¿porque no mandan sondas que puedan volar (globos o aviones)?

En el caso de Venus el problema es que la atmósfera es muy ácida y «se come» todo lo que entra. Si mal no recuerdo, la sonda que más tiempo aguantó allí falló a los 15 minutos. En el caso de Titán… está lejos y cada gramo cuenta.

y en el caso de Venus ¿no se podría obtener energía del calor (463,85 °C de temperatura media) para recargar las baterías?

No si las baterías están goteando por los agujeros :-)

Una sonda voladora (y si además pudiera aterrizar y despegar) podría explorar y recolectar datos de una superficie mayor.

El «problema» de una sonda voladora es que requiere energía para volar, y mucho más si se trata de aterrizar y despegar. Personalmente, si fuera a enviar algo así a Titán opino que usaría algo similar a un globo aerostático.

@ Dars Veider:
Me tomo la libertad de traducirte los segmentos dedicados a Venus y Titán, partiendo de que usamos un Cessna «típico».

Venus:
Desafortunadamente, X-Plane (un software creado por entusiastas que permite simular con mucha precisión el funcionamiento de un avión) no es capaz de simular el ambiente infernal en la superficie de Venus. Pero los cálculos físicos nos dan una idea de cómo sería allí un vuelo. Lo bueno es: Tu avión volaría bastante bien, salvo que estaría incendiado todo el tiempo, y después dejaría de de volar, y después dejaría de ser un avión.
La atmósfera de Venus es más de 60 veces más densa que la de la Tierra, lo que es suficiente para que un Cessna a velocidad de despegue llegue a elevarse por los aires. Desafortunadamente, el aire a través del que se eleva está suficientemente caliente como para fundir el plomo. La pintura se fundiría en segundos, los componentes del avión fallarían rápidamente y el avión planearía suavemente hacia el suelo mientras se despedazaba debido al calor.
Sería mucho más conveniente volar sobre las nubes. Aunque la superficie de Venus es horrible, su atmósfera superior es sorprendentemente similar a la terrestre. A 55 km de altura, un humano podría sobrevivir con una máscara de oxígeno y un traje húmedo de buceo; el aire tiene la temperatura habitual de la Tierra y la presión es similar a la de las montañas terrestres. Necesitas el traje, sin embargo, para protegerte del ácido sulfúrico (no estoy haciendo buena publicidad, ¿verdad?)
El ácido no es cosa de broma, pero resulta que la zona justo sobre las nubes es un ambiente muy bueno para un avión mientras no tenga metal expuesto que pueda comerse el ácido sulfúrico. Y sea capaz de volar en vientos continuos de huracán de categoría 5, que es otra cosa que olvidé mencionar antes.
Venus es un lugar terrible.

Titan:
Hemos dejado lo mejor para el final. A la hora de volar, Titán podría ser mejor que la Tierra. Su atmósfera es densa pero su gravedad es baja, lo que resulta en una presión a nivel de superficie sólo un 50% mayor que la Tierra con un aire con el cuádruple de densidad. Su gravedad – menor que la de la Luna- significa que volar es fácil. Nuestro Cessna podría despegar pedaleando.
De hecho, los humanos podrían volar en Titán sólo con su fuerza muscular. Un humano en un ala delta podría despegar y volar cómodamente propulsado por aletas sobredimensionadas o incluso despegar con alas artificiales. Los requisitos de potencia son mínimos -probablemente no costaría mucho más que andar.
El inconveniente (siempre hay inconvenientes) es el frío. En Titán hace 72 kelvines, que es más o menos la temperatura del nitrógeno líquido. Juzgando sobre algunas cifras de necesidades de calefacción para aeroplanos ligeros, estimo que la cabina de un Cessna en Titán se enfriaría unos dos grados cada minuto.
Las baterías ayudarían a mantener la temperatura un ratito, pero el avión acabaría quedándose sin calor y se estrellaría. La sonda Huygens, que descendió con las baterías casi agotadas (y sacando fotos fascinantes mientras caía), sucumbió al frío tras unas pocas horas en la superficie. Tuvo tiempo suficiente para mandar una sola foto tras aterrizar -la única que tenemos de la superficie de un cuerpo más allá de Marte.
Si los humanos se pusieran alas artificiales para volar, podríamos convertirnos en la versión Titán de la leyenda de Ícaro -nuestras alas se helarían, se romperían y nos mandarían dando tumbos a la muerte.
Pero nunca he entendido la leyenda de Ícaro como una lección sobre los límites de los humanos. La veo como una lección sobre las capacidades adhesivas de la cera. El frío de Titán es sólo un problema de ingeniería. Con los arreglos adecuados y las fuentes adecuadas de calor, un Cessna 172 podría volar en Titán -y nosotros también.

@ Dars Veider:
Bueno, ése es un detalle en el que no entra la página original :-) Puedes usar motores eléctricos si lo deseas.