Una estrella dentro de un frasco

Jamie Edwards, estudiante de 13 años de la escuela de Preston en el Reino Unido, se convirtió el pasado miércoles en la persona más joven en obtener una reacción de fusión nuclear, lo que quedó demostrado gracias a la detección de neutrones en el reactor diseñado por él mismo. La persona a la que le ha quitado el record es Taylor Wilson, que lo consiguió en 2008 a la edad de 14 años. La escuela Preston ha colaborado en la financiación del proyecto con 3.000 libras.

En muchos medios se está presentando esta noticia como un descubrimiento que podrá permitir al ser humano poner a su alcance una fuente inagotable de energía: “tener un sol en un frasco” como al propio Jamie le gusta decir. Pero sin tratar de quiterle mérito al trabajo de este estudiante, que lo tiene, lo que realmente ha construido es un fusor de confinamiento electrostático.

El mérito de conseguir una reacción nuclear de fusión no es el hecho en sí de que la fusión ocurra, sino el de que el balance energético del proceso sea positivo, y por consiguiente pueda ser utilizado como un sistema de generación de energía.

Un fusor es un dispositivo que utiliza un campo eléctrico para conseguir condiciones que posibiliten la fusión nuclear. Dentro de una cámara hermética se crea el vacío bombeando todo el aire de su interior. La cámara contiene en la zona central una rejilla metálica que se conecta a un potencial de unos 20.000 voltios negativos. El exterior de la cámara se conecta a un potencial de tierra.

Si metemos en esta cámara átomos de hidrógeno, compuestos por un protón y un electrón, el gas se ionizará desprendiéndose el electrón (negativo) que se disparará hacia el exterior de la cámara, y un protón (positivo) que saldrá disparado hacia el interior de la rejilla, cargada con un elevado potencial negativo. La consecuencia de este efecto es que en una minúscula zona del interior de la rejilla la concentración de iones será 10.000 veces superior a la de la zona exterior. Pero los protones de la nube de plasma del interior de la rejilla no llegarán a fusionarse debido a la fuerte repulsión electrostática. Pero si en vez de hidrógeno introducimos deuterio, cuyo núcleo está compuesto por un protón y un neutrón, en el plasma entrará en juego también la interacción fuerte de los neutrones, que permitirá que algunos núcleos se fusionen en helio, produciendo energía y neutrones libres.

Este es el dispositivo más difícil de construir a nivel de aficionado, por lo que hay que descubrirse ante este chaval, pero lamentablemente, la energía generada por la fusión es muy inferior a la utilizada para producir el campo eléctrico, por lo que no deja de ser solo un juguete.

No quiero terminar sin dejar una advertencia: si te gusta hacer maquinitas de «energía libre», sigue jugando con imanes. Si intentas hacer un fusor como este, corres el riesgo de electrocutarte.