Natalia Tonel, la bailarina que viene y va

En las últimas semanas, diversos vídeos y publicaciones han alimentado un rumor pintoresco: Natalia Palomares, una de las bailarinas principales de Shakira, habría sido despedida por la cantante tras cometer supuestos errores imperdonables en escena. El efecto de esta campaña de vídeos, que ha surgido espontáneamente (o quizá no), es que la bailarina ha incrementado el número de seguidores exponencialmente.

Pero es que ahora ha surgido una nueva campaña. Aseguran que Natalia «ha vuelto» al cuerpo de baile, como si de un retorno épico se tratase, eso sí, después de haberle pedido disculpas personalmente a Shakira, y de que, al igual que Juan Carlos I, le jurara que «he cometido un error, y no volverá a pasar».

Conviene recordar que este tipo de invenciones prospera porque el público tiende a tragarse cualquier cosa que le parece medio creíble, sobre todo si la historia encaja con los estereotipos preconcebidos (mujeres ambiciosas, celos entre mujeres por ser la más deseada…). Y si en la trama además hay traiciones y humillaciones, mejor que mejor. Pero ¿qué hay de cierto en esta supuesta traición y en la posterior redención de Natalia?

Nada. Absolutamente nada.

La propia protagonista lo ha desmentido con una claridad meridiana. En una reciente entrevista con el influencer Javi Hoyos, Natalia Palomares explicó que jamás ha sido despedida, ni reprendida, ni ha tenido ningún roce con Shakira. Según sus palabras, la cantante colombiana nunca la ha reñido ni se ha quejado de su trabajo, y toda esta historia le parece surrealista. De hecho, Natalia confirmó que estaba preparando el viaje para continuar la siguiente fase de la gira junto a la artista, sin ninguna interrupción.

Por si alguien necesita pruebas de primera mano, aquí está el enlace a la publicación de Javi Hoyos donde la propia Natalia zanja el asunto de raíz:

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Este simple vídeo corta de raíz toda la cadena de especulaciones que tantos clics ha generado en TikTok y Facebook. Sin embargo, es probable que ni siquiera la evidencia disuada a quienes prefieren alimentar la fantasía de la bailarina caída en desgracia. Nada vende más que un escándalo inventado.

En definitiva, Natalia Palomares no fue despedida ni ha «vuelto» de ningún sitio porque nunca se fue. Todo lo demás es humo viral, perfectamente empaquetado para devorar minutos de atención y engrosar la contabilidad de visualizaciones de quienes viven de esparcir rumores. En el escenario, la bailarina sigue tan firme como siempre, mientras en las redes se demuestra, una vez más, que la mentira es rápida, pero la verdad —cuando habla la protagonista— la alcanza sin despeinarse. Y si eres hombre, y Natalia te parece atractiva… déjalo. No tienes ninguna opción.