La policía de Wiltshire multará a los creadores de «crop circles»
Cada verano, los campos de Wiltshire se convierten en un tablero de dibujo improvisado para entusiastas del misterio, bromistas con talento geométrico y turistas armados con drones. Los famosos crop circles —o círculos en los cultivos, para quienes prefieren llamar a las cosas por su nombre— vuelven a ser noticia, pero esta vez no por su supuesta conexión con civilizaciones extraterrestres, sino por una causa mucho más terrenal: el Código Penal.
La policía de Wiltshire, harta de ver cómo espigas perfectamente útiles acaban pisoteadas en nombre del arte místico, ha recordado a propios y extraños que dibujar estos diseños sin permiso equivale a cometer daños a la propiedad. Ni más ni menos. Cada espiga rota es dinero que pierde el agricultor, cada pista de aterrizaje para ovnis improvisada es una cosecha maltrecha. Y cuando el campo se convierte en atracción, llegan los problemas añadidos: drones que zumban sin licencia, visitantes que saltan cercas ajenas, y amigos de lo ajeno que ven una oportunidad para entrar y llevarse algo más que selfies.
Lo curioso del asunto es que, a pesar de todo, algunos propietarios aceptan resignados —o incluso encantados— que su finca se convierta en romería de curiosos. En tal caso, advierte la policía, toca poner señales, asegurarse de que nadie confunda un surco con una zanja mortal y, de paso, revisar que el seguro cubra tanto a humanos como a iluminados que tropiecen mientras leen mensajes interestelares en la cebada.
En definitiva, detrás de cada círculo en el trigo no hay marcianos, sino vecinos con nocturnidad, habilidad con la cuerda y, probablemente, algún canal de YouTube con muchos seguidores. Y ahora también hay un número de teléfono: el 101 de la policía de Wiltshire, donde piden que se denuncie cualquier actividad sospechosa relacionada con nuevos círculos misteriosos. Porque un misterio bien resuelto siempre empieza con una llamada… y acaba con una multa.
Mientras tanto, quienes gusten de ver arte geométrico sobre campos de cereales deberían recordar que hay galerías y parques públicos para satisfacer la curiosidad sin pisar el trabajo ajeno. O, en todo caso, pedir permiso y evitar el bochorno de que tu ovni improvisado termine clasificado como gamberrada rural y con denuncia incluida. Misterios sí; cultivos pisoteados, no gracias.
Alimay Padron
21/06/25 20:51
Gracias por el entretenido abordaje.