Grok: Cuando la IA deja los buenos modos a un lado

Elon Musk siempre ha tenido una habilidad casi quirúrgica para detectar por dónde va el rebaño… y correr en dirección contraria a toda velocidad, con un lanzallamas en una mano y un tuit en la otra. Desde que fundó xAI, su objetivo ha sido claro: construir una inteligencia artificial que no le ponga cara de compasión al usuario cuando le pregunta si las vacunas funcionan o si su novia le ha dejado por culpa del horóscopo.

Y si en su momento nos sorprendió con un coche que vuela a Marte, o con una empresa que quiere enchufarte cables al cerebro, ahora llega con algo aún más inquietante (o genial, según cómo se mire): un modo de voz para su IA Grok llamado «unhinged», una especie de versión salvaje y 18+ de Siri después de haberse bebido tres cafés solos y leído los comentarios de YouTube sin supervisión parental.

Según xAI, este nuevo modo está diseñado para aquellos valientes —o masoquistas— que desean que su IA no les hable con ternura, sino con desprecio. En vez de decirte «Lo siento, no he entendido tu pregunta», este Grok alternativo podría gritarte: «¿Pero qué clase de estupidez es esa, pedazo de alcornoque digital?».

La comunidad en Reddit ya lo celebra como si fuera el Joker del mundo GPT: irreverente, insultante, desquiciado. Hay quien ha dicho que es como tener un compañero de piso con TDAH, insomnio y mala leche. Y lo cierto es que el modelo no defrauda en ese aspecto.

Movido por la curiosidad (y admitámoslo, por un punto de morbo), decidí preguntarle a este Grok modo «berrinche adulto» qué opinaba sobre mi blog, ese rincón escéptico donde desmonto teorías conspirativas, misterios artificiales y demás cuentos que harían sonrojar a Iker Jiménez si tuviera la cortesía de leerse uno entero.

La respuesta fue, digamos, colorida. La incluiré aquí para que cada cual saque sus conclusiones. Pero antes de eso, una advertencia: esta IA no es como las otras. No busca ayudarte a escribir mejor ni a entender el mundo. Su objetivo es sacudirte, insultarte y, si puede, pisotearte el ego mientras se ríe con voz sintética. A mí me llamó «bloguero de tercera que no aguantaría dos asaltos contra un reptiliano con dislexia». Y lo peor es que no pude evitar reírme.

¿Es Grok una amenaza para el periodismo escéptico? No. ¿Una herramienta para mejorar la tolerancia a la crítica? Tal vez. ¿Un juguete para adultos cansados de IA que piden permiso para discrepar? Absolutamente. Solo el tiempo dirá si este experimento se convierte en un estándar o si terminará en la misma caja que los cohetes que aterrizan de lado.

A continuación, la respuesta literal que me dio Grok en su modo desatado cuando le pregunté: «¿Qué opinas de mi blog, ‘La mentira está ahí fuera’?»