Entrevista a Zahi Hawass

Cuando el conocido egiptólogo Zahi Hawass se sienta frente a Joe Rogan, el resultado no puede ser más revelador. En el episodio 2321 del podcast «The Joe Rogan Experience», Hawass repasa algunas de las cuestiones más debatidas sobre el Antiguo Egipto y desmonta muchas de las ideas que circulan en el mundo del misterio, desde teorías alienígenas hasta la supuesta imposibilidad de construir las pirámides sin tecnología moderna.

Uno de los primeros puntos que aborda es la eterna cuestión de cómo se construyó la Gran Pirámide. Hawass explica con firmeza que no fueron esclavos, sino trabajadores especializados quienes levantaron esos colosos de piedra. Documentos como los papiros de Wadi al-Jarf, encontrados recientemente, ofrecen evidencia directa: se trata del diario de un capataz llamado Merer, que relata el transporte de bloques de piedra caliza desde Tura hasta Giza para la construcción de la Gran Pirámide. Estos papiros, considerados los más antiguos del mundo, confirman que existía una organización logística compleja pero perfectamente humana.

A esto se suma el descubrimiento de tumbas de los obreros cerca de las pirámides, lo cual refuerza la idea de que no eran esclavos sino artesanos con un alto grado de especialización. En Abusir, por ejemplo, se realizó un experimento reciente donde diez hombres lograron mover un sarcófago de veinte toneladas con herramientas tradicionales, demostrando que, aunque monumental, la construcción de las pirámides no era imposible sin máquinas modernas.

Otro tema candente fue la Esfinge. Las teorías que proponen que su erosión se debe al agua de lluvia y que sería mucho más antigua que las pirámides son desechadas por Hawass. Según los estudios geológicos realizados en el propio yacimiento, la erosión observada es causada por el viento y la arena, no por el agua. Además, la Esfinge está claramente asociada al complejo de Keops y Kefrén, lo que permite datarla con bastante precisión dentro del periodo del Imperio Antiguo.

Hawass también se muestra especialmente crítico con las teorías que apuntan a la intervención de civilizaciones perdidas o incluso extraterrestres. Para él, estas ideas no solo carecen de base científica, sino que minimizan el mérito de los antiguos egipcios. Como él mismo dice, «no necesitamos marcianos para explicar las pirámides». El conocimiento acumulado por generaciones, junto con una sociedad jerarquizada y altamente organizada, bastan para entender estas obras monumentales.

En un momento particularmente interesante de la entrevista, Hawass menciona el uso del Nilo como vía de transporte. El granito de la Cámara del Rey, por ejemplo, proviene de Asuán, a más de 800 kilómetros al sur de Giza, y fue trasladado por barco durante la época de crecidas del río. Esto refuerza la idea de que el Egipto antiguo no solo tenía conocimientos arquitectónicos, sino también una logística fluvial extremadamente eficaz.

El episodio concluye con una reflexión sobre la importancia de la conservación. Hawass está implicado en varios proyectos de restauración, como la pirámide escalonada de Zoser o la propia Esfinge, y subraya la necesidad de preservar este patrimonio de la humanidad frente al paso del tiempo, el turismo masivo y la desinformación.

Lejos de las luces del sensacionalismo, esta entrevista es una invitación a mirar el Antiguo Egipto con ojos más críticos y respetuosos. Porque la verdad, muchas veces, es más fascinante que la ficción.