Stargate de Yemen: estábamos equivocados

Hace nueve años escribí un artículo titulado «[Caso Abierto] La Stargate de Yemen». En aquel momento, una imagen que podía verse desde Google Earth mostraba una estructura circular en medio del desierto yemení, cerca de Bir-Ali. En algunos foros conspiranoicos se había empezado a extender la idea de que se trataba de una supuesta «puerta estelar», una tecnología ancestral enterrada en las arenas del sur de Yemen y recientemente desenterrada. Lo que a todas luces parecía un caso más de imaginación desbordada sobre una base de datos geográfica, se convirtió en un objeto de especulación por parte de los amantes del misterio.

Como es habitual en estos casos, decidí abordar el tema con calma y método. Utilicé la herramienta de fotografías históricas de Google Earth para analizar la evolución de la estructura. Pude comprobar que apareció por primera vez en las imágenes de 2009, junto con otras pequeñas edificaciones anexas. En imágenes posteriores, en torno a 2013, la estructura presentaba signos evidentes de deterioro y algunas de las construcciones vecinas habían desaparecido. Aquello sugería una instalación abandonada.

La explicación que más me convenció entonces fue que se trataba de un decantador de aguas residuales, posiblemente construido en el contexto de alguna obra pública o instalación industrial que había quedado interrumpida. La forma circular, los canales que la rodeaban y su ubicación al margen de una zona habitada reforzaban esa idea. Parecía un pequeño depósito diseñado para procesos de tratamiento de agua que, por alguna razón, se dejó a medio usar o fue desmantelado.

El tema me obsesionó durante meses. Contacté con varias personas que habían dejado fotos en Google Earth por aquella zona, y una pareja me explicó que habían estado allí mismo, pero no recordaban haber visto nada importante. Incluso contacté con un profesor de escuela de la zona por medio de Facebook, y se ofreció a ir al sitio para sacar fotos, pero me pedía dinero porque el lugar estaba lleno de terroristas. Por supuesto, no quise poner su vida en peligro, y tampoco mi dinero, por lo que desestimé la oferta.

Sin embargo, algo ha cambiado. El pasado agosto, un usuario publicó en Google Earth una fotografía tomada desde el terreno, justo en el lugar de la estructura. Y la imagen desafía por completo la hipótesis del decantador. Lo que se ve no es una estructura hidráulica, sino una base de concreto claramente preparada para sostener algo: una torre, una nave, una maquinaria… algo que nunca llegó a instalarse o que fue retirado. Tiene una textura limpia, industrial, con una superficie nivelada y detalles que hacen pensar más en un basamento de construcción que en una infraestructura de tratamiento de agua.

Este nuevo dato obliga a reconsiderar todo. Y no es algo que me moleste, al contrario: en ciencia, cambiar de opinión ante nueva evidencia es un deber, no una debilidad. Todo indica que lo que vemos es el arranque de una obra abandonada, probablemente relacionada con alguno de los muchos proyectos truncados en Yemen por los conflictos armados que estallaron en la región durante los años en que se construyó.

Quizá se tratara de una torre de comunicaciones, de una instalación energética o militar, o simplemente de un edificio que jamás se completó. Lo que está claro es que la imagen de agosto de 2024 desmonta la explicación que yo mismo ofrecí hace años. No era una Stargate, pero tampoco un decantador.

Seguiremos atentos por si alguien más se acerca al lugar con una cámara y nos ofrece una visión más clara. Mientras tanto, esta es una lección de humildad para quienes nos dedicamos a cuestionar el misterio con herramientas racionales. A veces, incluso nosotros nos equivocamos. Y está bien que así sea.