¿Qué fue primero, el huevo o la gallina? La ciencia señala al huevo como el precursor evolutivo

Durante siglos, la pregunta de si fue antes el huevo o la gallina ha sido un dilema tanto filosófico como biológico. Sin embargo, un reciente estudio aporta una perspectiva completamente nueva al explorar las raíces evolutivas de los mecanismos que hacen posible el desarrollo de un embrión, revelando que estos preceden con mucho a la aparición de las primeras gallinas, y de hecho, incluso de los animales como los conocemos hoy.

La clave está en un organismo unicelular llamado Chromosphaera perkinsii, un miembro del grupo de los ictiospóreos. Este microbio marino, que habita en sedimentos costeros, ha existido durante más de mil millones de años. En apariencia, no podría estar más alejado de los animales, pero su proceso de reproducción resulta sorprendentemente similar al desarrollo embrionario en etapas tempranas de los animales multicelulares. Los científicos observaron que C. perkinsii lleva a cabo un tipo de división celular conocido como palintomía, en el que una célula inicial se divide repetidamente sin aumentar su tamaño, formando una estructura parecida a una blastula, una fase crucial del desarrollo embrionario animal. Además, estas agrupaciones de células presentan ya una diferenciación funcional, lo que apunta a una sorprendente complejidad en este microorganismo aparentemente simple.

Estos descubrimientos indican que las herramientas genéticas necesarias para formar embriones estaban presentes antes de que los animales multicelulares surgieran en el árbol de la vida. Esto lleva a concluir que el «huevo» como concepto biológico existía mucho antes que la «gallina», al menos en su sentido moderno. Los investigadores consideran que estas similitudes pueden explicarse por un ancestro común compartido entre los ictiospóreos y los animales, que transmitió un conjunto básico de mecanismos genéticos para el desarrollo embrionario. Otra posibilidad intrigante, aunque menos probable, es que C. perkinsii haya desarrollado estos procesos de manera independiente a través de la evolución convergente.

El estudio no solo responde parcialmente a la eterna pregunta, sino que también abre nuevas puertas para entender cómo los organismos unicelulares dieron el salto hacia la multicelularidad. Este proceso, que dio lugar a la diversidad de formas de vida compleja que hoy conocemos, parece haber comenzado mucho antes de lo que se pensaba. Además, C. perkinsiise posiciona como un modelo prometedor para desentrañar los orígenes evolutivos de la diferenciación celular y el desarrollo embrionario, ayudando a reconstruir los pasos que llevaron a la formación de los animales.

Estos hallazgos, publicados en revistas como Nature, destacan la sofisticación inherente de incluso las formas de vida más antiguas. Al situar los orígenes de los mecanismos embrionarios en tiempos previos a la evolución animal, no solo se amplía nuestra comprensión sobre la historia de la vida, sino que se reaviva el interés por explorar los límites de lo que define un organismo «simple». La pregunta sobre el huevo y la gallina, aunque quizás no completamente resuelta, encuentra en este contexto una perspectiva fascinante que transforma un antiguo debate en un campo fértil para la ciencia moderna.

  • A ver listo, si el huevo fue primero ¿Por que se llama polla?



\Incluya

Puedes seguir las respuestas a esta entrada por RSS 2.0 feed.