Hay más tontos que botellines

Como regla general, si alguien te pide que despiertes, es que te va a contar una trola.

No estoy seguro de si es por el plomo de los carburantes (afortunadamente ya retirado) o porque llevamos 3 generaciones de bienestar económico, pero parece evidente que el nivel de estulticia entre la población ha aumentado hasta límites insospechados.

Me llega este vídeo en el que un joven «despierto», que aboga por el terraplanismo, nos explica que la catástrofe de Valencia se  debe a la acción voluntaria (no se sabe muy bien de quién) que desvió las nubes utilizando el radar meteorológico de Morón de la Frontera.

View this post on Instagram

A post shared by Antártida Libre (@antartidalibre360)

Visto el razonamiento de este chico, si ha colaborado con Meteo France sería barriendo las hojas de la entrada. Analicemos las barbaridades que dice.

¿Por qué si el viento va hacia abajo, las nubes van hacia arriba?

Frecuentemente las borrascas siguen patrones espirales o circulares, debido a la combinación de fuerzas atmosféricas y la rotación de la Tierra. La fuerza de Coriolis, producto de la rotación terrestre, desvía los vientos, creando un movimiento giratorio que es común en sistemas de baja presión como ciclones o huracanes. A medida que el aire cálido y húmedo asciende y se enfría en el centro de estos sistemas, se condensa y forma nubes, generando un patrón en espiral.

Además, los gradientes de presión y la interacción de los vientos con el terreno (como montañas) pueden producir patrones de nubes giratorias y vórtices. Este tipo de fenómeno es estudiado a través de modelos meteorológicos para comprender mejor su influencia en el clima y la formación de tormentas.

¿Puede un radar meteorológico desplazar o disolver nubes?

Un radar meteorológico no puede desplazar ni disolver nubes porque su función es únicamente enviar y recibir ondas de radio para detectar la presencia y características de partículas de agua en la atmósfera, como gotas de lluvia o cristales de hielo. Cuando un radar emite estas ondas, una pequeña parte es reflejada por las partículas en las nubes y regresa al receptor del radar, lo cual permite crear imágenes de la nube, su densidad, y la intensidad de la precipitación, pero no tiene el poder ni la energía suficiente para alterar el estado físico o la posición de las partículas en la nube.

Además, la energía de los radares meteorológicos es extremadamente baja en comparación con la cantidad de energía contenida en una nube o sistema meteorológico. Las nubes y sus movimientos están controlados principalmente por grandes sistemas de presión atmosférica, diferencias de temperatura, humedad, y vientos en la troposfera, todos ellos fenómenos a gran escala que requieren una inmensa cantidad de energía para modificarse. La energía de las ondas de radar, en cambio, es insuficiente para tener un efecto directo o significativo sobre estos fenómenos naturales.

Dicho de otra manera, las ondas de radar no tienen masa, y por lo tanto no pueden producir empuje.

En resumen, son tantas las gilipolleces que nos dice nuestro amigo terraplanista, que hasta dudo que sea realmente valenciano.