El día que el Príncipe Philip estuvo a punto de reunirse con un extraterrestre
En un mundo donde la ciencia y la ficción suelen cruzarse de formas inesperadas, la historia del Príncipe Philip y su supuesta intención de reunirse con un extraterrestre llamado Janus parece salida directamente de las páginas de una novela. Pero esta narrativa ha tomado un giro aún más intrigante gracias al reciente documental The King of UFOs, que saca a la luz los detalles de esta inusual anécdota dentro de la familia real británica.
Según se cuenta, Janus, una entidad alienígena, había contactado al círculo cercano del príncipe, en particular a su ayudante Sir Peter Horsley. Janus afirmaba poseer información crucial para la salvación del planeta, y aparentemente su intención era compartir este conocimiento con Philip. La idea de que un miembro de la realeza británica considerara seriamente una reunión de este tipo es, en sí misma, un testimonio de la fascinación que Philip y, por extensión, la realeza, siempre han tenido con lo inexplicado, los ovnis y los fenómenos paranormales.
Aunque la reunión entre Janus y el Príncipe nunca llegó a concretarse, el interés de Philip por los ovnis está bien documentado. A lo largo de su vida, coleccionó libros y estudios sobre estos temas, alimentando las especulaciones sobre su apertura a la idea de la existencia de vida más allá de la Tierra. De hecho, esta no es la primera vez que se relaciona a la familia real con el misterio extraterrestre; también se ha comentado sobre la curiosidad de la Reina Isabel II por los documentos secretos del Vaticano, que según algunos, guardan información sobre la verdadera historia del fenómeno ovni.
Lo más fascinante de esta historia es el contexto en el que se desarrolla. Era la época de la Guerra Fría, cuando las tensiones internacionales estaban en su punto más alto, y cualquier indicio de un contacto extraterrestre podría haber sido interpretado como una amenaza, o peor aún, una maniobra de espionaje. De hecho, algunos sugieren que Janus podría haber sido un espía ruso, lo que añade una capa aún más profunda de conspiración a esta narrativa.
Este episodio también refleja una época de creciente fascinación por los ovnis, con incidentes como el famoso caso Rendlesham en 1980, que también ha sido vinculado a intentos de encubrimiento por parte del gobierno británico. Los archivos sobre este incidente, junto con otros documentos confidenciales, han sido objeto de especulación durante décadas, y aún hoy siguen sin ser completamente revelados.
El documental sugiere que el interés por los ovnis podría no haberse limitado a Philip, sino que podría haber sido parte de un fenómeno más amplio dentro de la élite mundial. Se exploran además los roles que instituciones como el Vaticano y otras organizaciones globales podrían haber jugado en la ocultación de información sobre posibles contactos extraterrestres.