Pocos días tras los atentados de París queda claro que los terroristas han ganado. Y no porque su objetivo fuera matar a más de cien personas. Eso es sólo un medio para conseguir su objetivo. El objetivo de todo terrorista no es matar, es conseguir que una sociedad cambie a través del miedo. Y tras los atentados, ha faltado tiempo para que hordas de «indignados» europeos clamen por el cierre de fronteras (especialmente tras haberse encontrado un pasaporte sirio, que no se sabe cómo ha llegado allí) y tratar a los refugiados que huyen precisamente de los terroristas como criminales, hasta que se demuestre lo contrario.
Algunos incluso claman por medidas más drásticas.
Así que objetivo cumplido. El IS ya no se tiene que preocupar de la imagen de solidaridad que estaba proyectando Europa que contradecía su propaganda de un Occidente opresor con el mundo árabe. Y no tendrán donde ir esos refugiados
que huyen traicionando sus proclamas de haber instaurado un Califato ideal donde todos los musulmanes de bien viven felices.
¿Y por qué han triunfado? ¿Será porque usan nuevas tácticas para las que todavía no hemos encontrado cómo contrarrestar? En absoluto. Ya en 2002, poco después de los atentados del 11S, David Rapoport escribió un influyente y muy lúcido ensayo (luego convertido en libro) llamado «Las cuatro oleadas de terror rebelde y el 11S». En dicho ensayo Rapoport describe cómo desde el desarrollo del terrorismo «moderno» a finales del siglo XIX, éste ha sido un fenómeno global en el que se pueden identificar cuatro oleadas que se diferencian en su motivación aparente pero con muchos elementos en común.
Terrorismo anarquista
La primera oleada, que inauguró la época del terrorismo internacional, fue la del terrorismo anarquista. A finales del siglo XIX una parte del movimiento anarquista abrazó la idea de derribar las estructuras sociales mediante el uso de ataques a dirigentes políticos. La novedad con respecto a movimientos similares anteriores fue la publicitación de sus acciones. Los ataques no sólo no se hacían en secreto, sino que las propias organizaciones atacantes los publicitaban. De hecho, hasta publicitaban sus tácticas en panfletos y libros como el «Catecismo Revolucionario» de Nechaev, de forma que cualquier simpatizante pudiera atacar por su cuenta sin necesidad de estar en contacto con una organización central (¿suena familiar?). El Zar de Rusia, la Emperatriz austríaca, el presidente francés… cayeron bajo los disparos o bombas anarquistas.
Ataque de Mateu Morral contra Alfonso XIII.
Los autores materiales de los ataques solían ser jóvenes, desencantados con la situación social y que, tras un periodo de radicalización realizaban el atentado. A menudo el autor del atentado se inmolaba para conseguir su objetivo, otras veces simplemente no ofrecían resistencia a su captura. Un juicio era una excelente tribuna de propaganda.
Uno de los ataques más exitosos (desde el punto de vista terrorista) fue la campaña de ataques que perpetraron entre 1914 y 1932 en los Estados Unidos. Una de las consecuencias fue la promulgación de leyes antiinmigración como el Acta de Inmigración de 1918 (que fue derogado en 1952) y que restringió el flujo migratorio a los Estados Unidos (¿suena familiar?).
Terrorismo nacionalista
La oleada anarquista se fue extinguiendo poco a poco debido a la represión policial y a la falta de resultados, entre otros motivos. Pero a medida que esto ocurría, aparecía un nuevo factor motivante: el nacionalismo. Tras la Primera Guerra Mundial, tres grandes imperios fueron desmembrados, el Imperio Austro-Húngaro, el Imperio Ruso y el Imperio Otomano. Para decidir qué hacer con sus territorios, los vencedores aplicaron el principio de autodeterminación a los territorios europeos y se asignaron «mandatos» en los no europeos.
El uso de la autodeterminación como justificación de decisiones internacionales provocó un aumento de las demandas independentistas incluso en los países vencedores. Es en esta época cuando nace el IRA para conseguir la independencia de Irlanda. Después de la Segunda Guerra Mundial, con el proceso de descolonizador, el terrorismo nacionalista alcanzó su apogeo y países como Israel, India, Argelia o Chipre alcanzaron su independencia gracias a la presión terrorista sobre sus ocupantes coloniales.
Esta nueva remesa de terroristas cambiaron sus tácticas. Los Jefes de Estado dejaron de ser objetivos prioritarios y prefirieron efectuar sus ataques contra la policía, como representante del estado. El objetivo era que los cuerpos policiales fueran reemplazados por unidades militares, entrenadas para combatir ejércitos, pero no en labores policiales. El uso del ejército en tareas policiales provocaría muchos más conflictos con la población civil, aumentando el apoyo a los grupos independentistas.
Una de las novedades introducidas en este periodo fue el papel político jugado por las comunidades de expatriados. Los expatriados irlandeses y judíos, por ejemplo, proveyeron de abundante financiación y apoyo político a sus compatriotas y presionaron a los gobiernos de los países de acogida para que apoyaran la causa independentista.
La nueva izquierda
Los grupos independentistas tendieron, durante la Guerra Fría, a radicalizarse políticamente y una mayoría de ellos se inclinó por un discurso izquierdista, apareciendo poco a poco grupos terroristas completamente internacionales.
En este periodo aparecieron todavía algunos grupos que combinaban un ideario de izquierdas con una motivación independentista, como por ejemplo ETA en España, ASALA en Armenia o el FNLC en Francia. Pero la principal motivación de los nuevos grupos, como el Weather Underground, las Brigadas Rojas o la Fracción del Ejército Rojo, era luchar contra las opresión de Occidente.
Esta tercera oleada introdujo una nueva táctica que será familiar para la mayoría de los lectores, el secuestro de aviones. Más de cien vuelos fueron secuestrados durante la década de los 70. Estas nuevas acciones actuaban globalmente y muchas veces atacaban más frecuentemente fuera de sus territorios de origen. Incluso diferentes grupos terroristas empezaron a colaborar entre sí. Entre las acciones más famosas se encuentran la Masacre de Munich, el secuestro de ministros de la OPEP o el secuestro de Aldo Moro.
La oleada religiosa
A finales de los 80, el terrorismo de grupos de izquierda empezó a declinar. A medida que organizaciones de la tercera oleada empezaban a dar más énfasis a la fe que profesaban la mayoría de sus miembros, otros grupos aparecían con un ideario esencialmente religioso fundamentalista.
Aunque el islam es la religión más importante cuando hablamos de terrorismo religioso, no es la única, y casi todas las religiones cuentan con grupos terroristas. Grupos terroristas Sihks lucharon por la creación de una teocracia en Punjab, grupos terristas judíos intentaron volar la mezquita de Al-Aqsa al mismo tiempo que asesinaban a alcaldes palestinos. Un fundamentalista judío asesinó al Primer Ministro israelí Isaac Rabin. La secta religiosa Aum Shinrikyo (que profesa una mezcla de budismo, hinduísmo y cristianismo) fue responsable de dos ataques con armas químicas en Japón. Ataques como el atentado de Oklahoma fueron realizados por fundamentalistas cristianos.
Mientras, en el mundo árabe, la mayoría de países eran dirigidos por dictadores apoyados bien por Occidente bien por la URSS. Estos dictadores tenían en común, aparte de su apoyo por parte de una de las superpotencias, un especial énfasis en promover el laicismo en sus países. Esto ha hecho que, tras décadas de dictadura, el laicismo aparezca asociado en el imaginario colectivo con el dictador de turno. En esta situación ocurrieron dos hechos que desencadenaron la cuarta oleada terrorista identificada por Rapoport. El primero de ellos fue la Revolución Iraní. El triunfo de Jomeini desencadenó la creación de una oleada de grupos shiíes en varios países árabes, especialmente en Líbano, donde un
ataque terrorista al cuartel que ocupaban las fuerzas norteamericanas y francesas en 1983 provocó su retirada poco después.
El segundo desencadenante fue la invasión soviética de Afganistán. En ella, los combatientes fundamentalistas, con apoyo estadounidense, derrotaron al ejército soviético. Ambos hechos dieron a los combatientes islámicos una imagen de luchadores contra los «infieles», bien a los ateos soviéticos o los cristianos americanos.
Tal vez la táctica más novedosa es un uso mucho más intenso del atentado suicida, recuperandola de las tácticas usadas por la primera oleada. A pesar de la idea simplista que se tiene de que esto es debido a la promesa de 70 vírgenes que se hace en el Corán, hasta el año 2000 el grupo que más inténsamente usó terroristas suicidas fue el de los Tigres de Liberación Tamil, de ideología secular. Este grupo perpetró más atentados suicidas que todos los grupos islámicos juntos.
La reacción norteamericana invadiendo Iraq y Afganistán tras los atentados del 11S no han hecho más que radicalizar a la opinión pública poniéndola en una situación de «o conmigo o contra mí», alienando a millones de personas que se encuentras de repente clasificadas por los gobiernos en el mismo grupo que los terroristas por el hecho de compartir unas creencias.
Conclusión
Como se puede ver, no hay nada especialmente nuevo en el terrorismo islámico. Cambia la motivación superficial, pero los problemas estructurales de los que se alimentan los grupos radicales siguen ahí. Existe una fracción importante de población en todos los países que no se identifica con el modelo social en el que vive y que se encuentra en una situación de exclusión, bien por ser inmigrante o por vivir en una dictadura. El problema es que, para acabar con esta situación, es necesario que los diferentes gobiernos se pongan de acuerdo en una estrategia conjunta y dirigida a la verdadera raíz del problema, lo cual es poco rentable políticamente. Lo malo es que de no hacerlo, puede que se venza al terrorismo islámico, pero éste simplemente dejará paso a una quinta oleada de terrorismo.
Referencias
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JFRM
19/11/15 18:20
Buena entrada, que alguien la envíe a menéame.
Un par de apuntes, los libros mágicos, cuando marcan el modo de vida, en occidente suelen llevar a exclusión social, lo cual crea una bolsa de potenciales radicales a los que programar mentalmente para el terrorismo. No es lo mismo la palabra de Dios interpretada, que la palabra directa de Dios, como ocurre con el Corán, que además pauta el comportamiento y la moralidad en la vida. Todo pensamiento mágico debe ser cuestionado poco a poco y poner en entredicho cada vez más el «respeto» a las órdenes mágicas. El Islam que yo sepa no ha tenido una sola figura relevante que lo ponga un mínimo en cuestión y le permita, como al cristianismo, por ejemplo, abandonar la radicalización violenta de siglos atrás. Los musulmanes no quieren ni les interesa para nada otra cosa de los occidentales que no sea la tecnología. Nuestra cultura, filosofía, la ilustración y cómo hemos ido poco a poco deshaciéndonos de las órdenes divinas, todo eso, lo desprecian. Esto no quiere decir que por ello nos vayan a atentar ni que la religión sea culpable de los ataques; quiere decir que jamás se integrarán mientras tenga fuerza el libro mágico y, por tanto, ahí estarán para poder ser utilizados como creo que lo están siendo ahora.
Segundo, estoy convencido porque el compendio global así me lo exige razonar, de que quienes crearon o permitieron el nacimiento del Estado Islámico y lo financian o miran para otro lado mientras hace sus compras, son exactamente los mismos que han cometido tantos crímenes, que es imposible que resuelvan esto sin implicarse o quedar ellos al descubierto, y por tanto prefieren quemarlo todo antes de que se descubra lo que allí han hecho. Esto no tiene otra solución que abstraerse mucho, analizar entre el pueblo que qué clase de sistemas tenemos que entregan poder sin control ciudadano a los políticos de 4 en 4 años, y qué sistemas de financiación de campaña que sólo permiten visibilidad a quienes el poder quiere que la tengan.
¿Es esto tan magufo como para que no lo compartamos todos? No veo desde qué otro punto podemos la ciudadanía partir sin entrar en los horribles combates ideológicos, falacias, demagogia y tertulianismos e ytumases eternos.
Amildao
19/11/15 19:35
«Que el mundo fue y será una porquería» se debe a las malas intenciones que no deben descubrirse.
CarlosR
19/11/15 19:40
Javi, difiero en un par de cosas contigo sobre este tema, ya lo voy a ir desarrollando luego.
CarlosR
19/11/15 20:35
@Javi dijo:
No fúe por capricho. En un principio, el anarquismo era, como lo fúe siempre, un movimiento social pacífico, demasiado pacífico, su forma de funcionamiento era mediante la formación de comunidades autosoportadas, que se sostenían con sus propios productos artesanales y agrícolas, y el intercambio comercial con sus vecinos. Ahora bien, eso a poco empezó a chocar con los intereses capitalistas zonales, de tal manera que empezaron a hacerle una guerra de desgaste, mediante el quite de colaboración o el boicot a sus productos, de tal manera que provocaron la extinción de muchas de las comunidades anarquistas, ya que perdieron la posibilidad de colocar sus productos que contribuian a su propio mantenimiento, ya que, si bien en el seno de su sociedad se movían mediante el trueque de bienes y mercancías, para desenvolverse en el exterior, necesitaban disponer de dinero, que en principio disponían mediante el préstamo, negándoseles los mismos y a la vez al no poner colocar sus productos en otras comunicades por el boicot, se veian obligados a someterse a la explotación propia de los grandes centros capitalistas de la época, que todos conocemos. De ahí surgen las uniones sindicalistas como las conocemos en la actualidad, que fueron creadas para defender los derechos de los trabajadores afiliados, anarquistas o no. Esa situación, como has indicado, hizo que se originaran grupos de choque dentro del anarquismo, y de ahí nos remitimos a lo que nos cuentas. Esa acción fué provocada por la acción solapada del Capitalismo al dificultarle el comercio con las otras comunidades para provocar su asfixia económica. Eso fué lo que sucedió a grandes rasgos, cabe destacar que la acción del capitalismo variaba de país en país, en algunos no solo los asfixiaban económicamente sino que tambíen los sometían a ataque más directos mediante amenazas y muerte.
Claudio
19/11/15 20:59
Como menciona Javi, el terrorismo es un medio, no un fin y mientras persistan los objetivos persistirán los medios para conseguirlos. El estado islámico no existiría si no fuera (entre otras cosas) por las limpiezas étnicas de grupos chiítas Iraquíes y la generalización que hizo EEUU de vincular a todos los suníes al partido Baaz dejándolos sin protección legal.
@ JFRM:
Cosa interesante, creo que el final del oscurantismo y la omnipresencia de la iglesia se debe al capitalismo Británico y Enrique VIII, cosa que nunca hubiera pasado si no fuera por la casi inexpugnable isla británica.
CarlosR
19/11/15 21:15
Claudio dijo:
Algo similar han hecho en Afganistan, mediante la financiacion de grupos fundamentalistas talibanes , que luego eliminaron a los socialistas, que llegan al poder mediante elecciones libres y democráticas, ante la posible caída del su gobierno legal, los socialistas solicitaron la ayuda de la URSS, que tenía convenios de defensa con el Afganistán democrático, todo terminó como lo sabemos. En el caso de Irán, por el contrario, grupos fundamentalistas derrocaron al gobierno amigo y absolutista del Sha, y fueron duramente atacados por USA y sus aliados internos, pero en este caso, el equilibrio de fuerza no fué favorable a las fuerzas imperiales. En Libia han fomentado la acción de grupos fundamentalistas contrarios al régimen de Kadaffi, que políticamente no era aliado de USA, lo cual lo llevó a la tumba. practicamente lo mismo que sucedió en Irak, aunque en Irak sus amigos son más moderados que los libios, lo de Isis es otra cuestión que será tratada a su tiempo. La realidad es que ni Libia ni Irak constituian amenaza alguna para USA y su participacion no hizo más que eliminar el equilibrio de esos países y el de Oriente Medio.
Tru
19/11/15 22:28
Existe una fracción importante de población en todos los países que no se identifica con el modelo social en el que vive y que se encuentra en una situación de exclusión, bien por ser inmigrante o por vivir en una dictadura. El problema es que, para acabar con esta situación, es necesario que los diferentes gobiernos se pongan de acuerdo en una estrategia conjunta y dirigida a la verdadera raíz del problema, lo cual es poco rentable políticamente.
Las razones para la exclusión me aprecen principalmente económicas, no nos engañemos; hay quien vive y vivió de vicio en las dictaduras, sin formar parte del régimen de turno, y hay inmigrantes con pasta, que ni les vá ni les viene los problemas de otros inmigrantes. Estas gentes no serán terroristas, si bien podemos encontrar «terroristas ricos», con motivaciones ideológicas. Son los agravios dentro de una sociedad lo que genera el malestar y el potencial caldo de cultivo para que reaccionemos violentamente, y el snobismo de algunos sublimado en solidaridad con alguna causa no debería despistarnos sobre cúal es la verdadera raiz del problema, las penurias económicas, que no han de ser necesariamente propias: la indignación existe, y es en respuesta a estos agravios. El pobre se indigna, el rico es un snob, porque el mundo no lo gobierna la gente ni sus ideologías, sino sus necesidades. La cuestión es hacer piña, solidaridad o indignación, son las vías para ello, más solo son la parte imaginaria, ideologías o sentimientos, y la praxis se queda en las armas, según la tradición…
Pero, paradójicamente, ¿es evidente que el mundo no es perfecto?. Pues no será perfecto a la luz de alguna ideología (digo alguna, pues toda ideología nace precisamente del afán de progreso, mejora, respecto a lo que vé); si nos llevamos las manos a la cara con lo sucedido en París, es porque repudiamos el asesinato: cuestión ideológica. La moral no siempre fué la misma…de hecho, matar en otros tiempos era muy apreciado socialmente (no tan lejanos, y probablemente hoy en día dependiendo de a quien preguntes). Y es que como mentas, Javi, el terrorismo espolea la propia moral, la refuerza, la convierte en pistonuda en comparación con la proclamada para matar.
Con ello, lo que cabría preguntarse es si es posible establecer un modelo económico-social que absorba los agravios, lo que a día de hoy me parece total y absolutamente imposible, pues el bienestar de unos aboca al malestar de otros; podemos estar orgullosso de producir comida para alimentar a toda la población mundial, pero es una vergüenza que siendo así, gente pase hambre. Esto lejos de ser un problemilla logístico, se debe al sostén de nuestros modelos económicos, como no puede de otra manera, de forma local, a falta de, como mentas, unidad política. Así, tanto en clave política como religiosa, el descontento será aprovechado para formar grupos opositores al statu quo político/religioso, que apologarán soluciones, convencerán a muchos, y entre ellos, habrá quien utilice la violencia.
De todos modos, a parte de lo dicho, no me parece en absoluto lúcida la estructuración del fenómeno hecha por el señor David Rapoport. Todos y cada uno de los puntos, «oleadas», son sumamente objetables, no de fondo, pues concuerdo con la estructuración de ideales nacidos de los agravios como motivación, pero es que siempre ha sido así, es decir, toda ideología, no solo el anarquismo, izquierdismo, nacionalismo, o religiosidad, han hecho uso de la violencia; y la historia no sólo está para demostrarlo, está para vanaglorairse de ello…¿nadie ha visto estatuas del Cid Campeador hechas siglos después de su vida?: aplaudimos los éxitos bélicos que llevaron a la formación de nuestras respectivas sociedades, aún siglos después. Con este panorama, lo que hay que cambiar es la educai´çon, y fomentar el pensamiento crítico, más no puede ser la única vía, pues la crítica también llevará al desencanto con lo que hay. Evitar las reacciones violentas, armadas, es la clave, esto es de cajón, y el cómo la gran pregunta, y solución.
Más, por lo dicho, las ideologías son totalmente necesarias para el progreso (si las idelogías mismas no hubiesen progresado no nos parecería mal el asesinato), pues si queremos encontrar otro denominador común entre las gentes, es que raramente, si a alguien «le vá bien», trate de cambiar esta situación, aún sabiendo qeu a otros kles vá mal; se puede decir, por parte del afortunado, que no es cosa nuestra lo mal o bien que le pueda ir a otro, pero parece el terrorismo está ahí para recordarnos lo contrario. Me pregunto cómo ha calado esto de que está feo matar, en la humanidad, que parece estar toda ella de acuerdo en este punto. He visto sesudos intelectuales decir que es innato para escapar de lo religioso por un lado y lo ideológico por otro, y tal vez tengan razón, pues yo lo que veo es una inevitabilidad del progreso humano, aunque sea a hostias.
Y dicho sea de paso, el terrorismo internacional también es terrorismo entre estados, guerras encubiertas, y terrorismo de estado, contra su propio pueblo, que «habelo, hailo». Esa «oleada» no la contempla el análisis porque parte del apriorismo de la existencia de una autoridad atacada, que parece no puede ser causante de terrorismo.
No obstante, estupenda entrada.
Persona
19/11/15 22:52
@ Tru:
Ojalá pudiera estar de acuerdo con lo de que en la sociedad actual «matar está feo» pero la triste realidad es que las limpiezas étnicas siguen ocurriendo y no entienden de raza, credo o nacionalidad. Respecto a lo del uso de símbolos (esto lo digo por la referencia a la estatua de El Cid), en mi opinión tiene más que ver con su instrumentalización propagandística que con un determinado hecho o personaje inspirador de un modelo a seguir, más que nada por la distorsión que se hace de la historia por parte de quien los usa.
No es que no esté de acuerdo con lo que creo que es la idea de base de tu comentario, que las causas para que se de la violencia en un contexto social parezcan disolverse en un mar de multitud de razones que haga dificil racionalizar dicha violencia y que la vida en general tiende naturalmente más al caos que a la organización, pero entiendo también el punto de vista de Javi y gente que piensa como él en el sentido de que de alguna manera hay que intentar establecer algún tipo de estructura lógica intentado englobar todos los intereses particulares enfrentados entre sí.
Cuando se dice que la realidad siempre supera a la ficción es porque como seres humanos parece que no necesitamos esforzarnos en superarnos, especialmente en nuestra faceta más destructiva.
Sun salud☼.
Tru
19/11/15 22:55
JFRM dijo:
No fastidies…primera noticia que tengo…y no hablo irónicamente.
JFRM dijo:
…crea la excusa, el problema es el bienestar, las bolsas de pobreza.
JFRM dijo:
¿tú por qué crees que se dan de hostias en Siria chiíes y suníes…? Tal vez del peso a sus respectivas exégesis coránicas, o peleeen por recursos. Lo dicho, un problema económico de fondo (no tiene por qué ser pobreza inmediata, puede ser de reparto futuro…) con tintes religiosos. Allí política y religión, pues en efecto no pasaron por Rosseau, es lo mismo, y cada cual quiere defender su respectiva teocracia…o no, que de todo hay en la viña del señor…
JFRM dijo:
Sin duda les interesa, pero estás generalizando. Ya sé que es irrisorio comparado con occidente, pero han tenido dos premios Nobel. Y multitud de escritores e intelectuales de corte pacifista.
JFRM dijo:
Pero es que, creo, como insinúa Javi, que sin libro mágico, ya encontrarán otra excusa. Como ves, los libros mágicos mágicos no han sido la única motivación al fenómeno terrorista.
JFRM dijo:
Esto tiene sentido desde el prisma de tu moral, y la verdad, no sé desde la suya.
JFRM dijo:
Hace falta más consenso y transparencia en las decisiones políticas, sin duda. Siemnpre se habla, yo he hablado, por ejemplo, de la «Corporate Class», y de como cada vez que EEUU se monta una guerra, la popularidad del presidente de turno sube como la espuma. En Europa, desde hace una o dos décadas, esto está muy feo. Sin ir más, lejos, una de las condiciones que anunció el gobierno español, al respecto de la intervención militar allí, es que sólo se apoyaría tal intervención con el consenso d etodfos los partidos (aquí, nadie quiere perder votos por atacar allí unilateralmente)
Tru
19/11/15 23:09
…pero igualmente está muy feo…mira la que se monta. ¿O no está muy feo?…pensamos simplemente en el ¿y si mañana me toca a mí?. Razón más que suficiente para que estea muy feo…y entiendo que te parece feo, y que me lo dices en otra onda, pero fíjate que el Cid, murió hace…bueno, ahora mismo no sé <:D
Persona dijo:
Ea!, y estoy de acuerdo amigo. Pero más que dificil parece imposible…creo sabes suficientes mates, y esto es una diferencial pero no sé de que orden…se sale del molde. Habrá que ir al departamento de matématica creativa de Cambrige para que se pongan a ello. Más, insisto en que son los modos lo que hay que cambiar, las ideas son inevitables y además, necesarias para cambiar.
Persona dijo:
Sin duda si nos esforzásemos un poquito más, los periódicos serían mucho más «aburridos» en según que secciones…¿pero te imaginas la sección de arte y deporte?, iba a estar mucho mejor y más poblada.
Un saludo amigo.
Tru
19/11/15 23:25
@ Persona:
Aparte, Javi y yo estamos diciendo prácticamente lo mismo, solo que no me gusta que Rapoport se centre, o identifique, unas ideologías como motivo y otras no, por rigor…más que nada… …el tipo este viene de UCLA…allí gobierna terminator.
P.D.: pero insisto en que las ideologías son la espoleta, o la excusa, no la verdadera causa.
Claudio
19/11/15 23:32
Si bien el dinero tiene algo que ver, es de manera accesoria. Lo terroristas, como ideología, no son los más pobres y en cambio normalmente son de clase media y alta. Los pobres siempre participaran de acuerdo a como les paguen o les peguen y siempre del lado que hallan quedado atrapados.
Las injusticias sociales dependen de lo que el ideólogo considere justo y de como sus seguidores se sientas más o menos identificados con la sociedad en la que viven. Hay y habrán disconformes en todo modelo ideológico y social. Y dependiendo de que tan permisivo sea el modelo con la disidencia, la intensidad y cantidad de descontentos variara.
Persona
19/11/15 23:39
@ Tru:
Tu es que de iconoclasta que eres no entras a todos sitios si no es haciendo el moonwalk.
Ya lo estás diciendo tu mismo que el fondo se trata de conseguir y mantener el status quo como macho alfa dentro del grupo con la diferencia del tamaño de este. Lo que venga despues es cuestion de estirar y amoldar las limitaciones morales. Más etiquetado y catalogado que esto no se me ocurre pero por esto no se me cae un ídolo (y ni mucho menos va a provocar un intercambio de innuendo homoeróetico). Sólo quiere decir que estamos en la misma página del mismo libro en diferente idioma.
Sun salud¤.
Javi
19/11/15 23:46
@ CarlosR:
No entro a juzgar los principios por los que lucha cada uno, sino los motivos reales por los que alguien decide que se quiere convertir en mártir y llevarse por delante a un puñado de gente. No te engañes, muchos de los que en el siglo XIX dieron su vida por el ideal anarquista, la hubieran dado igualmente a mediados del siglo XX por su país o ahora por su religión.
Tru
20/11/15 00:03
Claudio dijo:
Si, pero estás acotando el problema a la actualidad islámica. Y es que por otra parte, un pobre no puede permitirse ir a París a poner bombas por su cuenta…es la pobreza y la ignorancia (consecuente a ella o no) la que genera los seguidores de milongas.
Claudio dijo:
Si, en efecto el ideólogo puede querer barrer para casa, pero no siempre es así en absoluto. La filoofía con su carácter universal y abstracto, pasa de esas tonterías, le resvalan, pues no es el ánimo del filósofo gobernar a nadie, si no describir el mejor gobierno, objetivamente considerado a luz de la realidad que impere.
Y coincido en que la «permisividad» con el número de descontentos, influirá en su número, pero, primero si te refieres a una permisividad tipo talibán, esto es, cero, esto lo que fomenta son las reacciones contrarias; todo el mundo piensa, esto es inevitable también. Sabemos, y decimos, que hay mucho idiota; se dejan convencer, pensar lleva tiempo, aquí, allí tienen más y mejores motivos para desconfiar.
¿Qué es esta permisividad? Dejar opinar y meter baza; una ideología surge de un colectivo: un discurso y su discusión. Una ideología que solo sea discurso, se basa para sobrevivir en la fuerza, o en la pobreza de otros para triunfar. Pobreza ideológica, educacional. Esto es, ¿si cada individuo tubiese sus propias ideas, no habría problema alguno con las ideologías?…habría problema con los individuos que tratan de imponer las suyas, pero poca cosa…y esto no pasa, hay ideologías «dominantes»…o mucho mejor dicho, corrientes ideológicas; aquí es cuando hablamos de adoctrinamiento o de cultura, segun el grado de «permisividad». Más, esto no sucede, decimos que las ideologías fomentan borregos. ¿Cómo es esto posible?: pobreza material, real, dependencia de los recursos para huir de la ignorancia, o más llana y desgraciadamente, intimidación, asesinato, «terrorismo»…lo entrecomillo porque es término relativamente nuevo, y es más viejo que el andar…¿hay algo nuevo en el terrorismo islámico?, nada, excepto las formas…esperemos no consigan plutonio.
CarlosR
20/11/15 00:10
Javi dijo:
No hay forma, un anarquista no tiene ni país ni religión. Ten en cuenta que para el ideario anarquista, país y religión son malas palabras. De cualquier manera, un gran sector del anarquismo detestaba la violencia y lo hacía saber a los violentos.
Javi
20/11/15 00:13
Tru dijo:
El terrorismo no es símplemente violencia. Ten en cuenta que lo que he hecho en esta entrada es resumir muchísimo el planteamiento de Rapoport y añadir algo del mío. Antes de la oleada anarquista existieron movimientos que pretendían cambiar la sociedad con violencia (Rapoport menciona el KKK y los Asassins), pero no eran terroristas en el sentido moderno, entre otras cosas porque un terrorista necesita publicidad, y hasta el siglo XIX los medios de transporte y comunicación eran demasiado lentos para hacer del terrorismo un arma efectiva. El impacto de los actos de violencia quedaba limitado a los alrededores de donde se cometía.
Javi
20/11/15 00:16
CarlosR dijo:
No estoy hablando de los anarquistas, estoy hablando de los terroristas anarquistas. La ideología es sólo una excusa, la causa real por la que la mayoría de los terroristas deciden convertirse en terroristas es diferente. Por eso he dicho que la mayoría de los terroristas anarquistas hubieran sido igualmente terroristas nacionalistas, de izquierdas o fundamentalistas si esa hubiera sido la ideología de moda en su época.
Javi
20/11/15 00:22
Claudio dijo:
De hecho es así. Existen estudios en los que se demuestra que, en promedio, los terroristas suelen tener una educación mayor que la media de la población de donde vienen, suelen tener familia, estar casados, etc.
CarlosR
20/11/15 00:36
@ Javi:
Los llamados actos terroristas de los anarquistas fueron dirigidos contra los brazos ejecutores de la represión contra los obreros, no tienen nada que ver con las masacres a ciegas contra un sinnúmero de inocentes como sucede en la actualidad. Y fueron condenados por los propios anarquistas. Que les conste a los que hablan de terrorismo anarquista, no es lo mismo. Caso Simón Radowitzky que atentó contra un jefe de policía argentino que habia dirigido la represión durante la Semana Trágica de 1909 en Argentina y que provocó la muerte de 1000 obreros.
https://es.wikipedia.org/wiki/Sim%C3%B3n_Radowitzky
Tru
20/11/15 00:37
Persona dijo:
Mi iconocastia solo es superficial… …lo siento, no pude resistirme
Persona dijo:
No podemos extrapolar esto a nivel sociológico. Como le mentaba a Claudio, la existencia de corrientes ideológicas representa el pegamento necesario para la supervivencia material, no intelectual, y el experimento que nos mostraba Salinas en el off topic, nos demuestra la importancia de otras variables más que nuestras propias ideas para actuar…todos hemos estado confundidos alguna vez. E incluso se puede andar aparvado, no es pecado, puede que sea biológico…o cómodo, lo que decíamos, dejarse llevar..pero aquí, allí tienen más y mejores motivos para desconfiar… …andan con armas y esas cosas…uf, tela, haces lo que haga falta. Si cabe, en la imageniría popular, la nacida de los cuentos para niños y los mitos, siempre gustó de asociar la imagen de macho alfa al prototipo ideológico de especimen… …el rey es el más pistonudo, Eneas fundaría una nueva Troya en Roma, Dido moriría de amor por él, y esto cabreaba a Anibal, Cartaginés, varón. Los héroes de estos chicos, vete túa saber quien eran, porque cualquiera puiede llegar a ser el héroe de alguien, y de mártires está el firmamento lleno, cago en Dios. A los ideales no les pasa nada, si fuesen buenos ideales. Siempre hubo mejores cuentos para niños que otros, pero hay cabrones, o incultos, que insisten en contarles pesadillas.
P.S.: Adoctrinamiento iluminati 408967ghjd4.
Sin ánimo de frivolizar.
Tru
20/11/15 00:41
@ Persona:
Perdón, estoy en moderación, puse cabr*nes.
CarlosR
20/11/15 00:44
@ Tru:
Eso te pasa por cabr*n.
Persona
20/11/15 01:02
@ Tru:
Venga, te perdono pero sólo por esta vez.
@ CarlosR:
Creo que la distinción que Javi quiere hacer es entre activista político y terrorista (por no llamarlo carne de cañón que queda feo y lo encuadra cerquita de la figura del soldado).
Sun salud¤.
CarlosR
20/11/15 01:45
Javi dijo:
Lo que te quiero hacer comprender es que el anarquismo nunca pretendió cambiar la sociedad mediante la violencia. Al contrario, lo que sugiere el anarquismo es la alternativa de terminar con el Estado, los países y la religión, que son los generadore de violencia, mediante el convencimiento y la razón. Las circunstancias de sufrir de violencia por parte del capitalismo, es lo que ha hecho que algunos grupos del anarquismo propugnaran responder a la violencia con la violencia, una decisión a todas vistas equivocada.