La misteriosa Isla de Pascua
La Isla de Pascua es uno de esos sitios envueltos por un halo de misterio. Aislada en medio del Pacífico, con población de origen incierto, y por encima de todo, están esas fantásticas estatuas, que en algún momento llegaron a superar en número a los habitantes de carne y hueso: los moáis.
Según la tradición, el origen de los primeros habitantes de la isla, los rapanui, proviene de Indonesia. Casi con toda certeza, esta isla fue descubierta por casualidad, y posteriormente fue poblada por estos indígenas. Estaban organizados por clanes, cada uno de ellos distribuidos en una zona distinta de la isla. Tenían un rey común y sus propios sacerdotes. Según la teoría más extendida, sentían una especial adoración por sus antepasados a los que erigían monumentos (los moái), labrados en toba proveniente de uno de los volcanes de la isla. La piedra volcánica es bastante fácil de tallar, y las esculturas tampoco tienen demasiados detalles, por lo que hacer uno de estos monumentos no debería de haber supuesto un esfuerzo extremadamente grande. Todos los moáis tienen cuerpo, pese a que muchos creen que la escultura es solo de la cabeza. La mayoría de ellos se encuentran enterrados hasta la mitad del torso. Esto ya era sabido desde el año 1914-1915, cuando la expedición Routledge desenterró uno, comprobando que tenía un largo tronco. En la actualidad, es la organización sin ánimo de lucro EISP (Easter Island Statue Project) la que realiza las tareas de descubrimiento e inventariado de las estatuas. Hace un mes aparecieron en prensa ya que por primera vez se desenterró un moái documentando todo el proceso paso a paso siguiendo un procedimiento científico.
Una vez terminadas las esculturas, las desplazaban hasta su ubicación final: normalmente una zona costera, que era donde los rapanui ubicaban sus centros religiosos y ceremoniales. Esta costumbre empezó en el siglo XII, y posiblemente duró hasta el siglo XVII. Sobre su traslado hay muchas teorías, desde las fantásticas a las que tienen un fundamento lógico. En este vídeo podéis ver 5 de ellas.
Recientemente, dos arqueólogos, Terry Hunt de la Universidad de Hawaii y Carl Lipo de la Universidad Estatal Long Beach de California, han demostrado que con tan solo 18 personas, y un poco de imaginación, se puede desplazar uno de estos colosos de 5 toneladas. La técnica es hacerles bailar Rock & Roll.
Existen en total 887 moáis, muchos de los cuales se encuentran todavía en la cantera, a medio terminar. Del resto hay muchos que están derribados. Parece como si algo repentino hubiese ocurrido, que hubiese terminado con su modelo de vida en un corto plazo de tiempo. Para explicar esto tampoco hay consenso. Hay quien propone que lo que ocurrió fue una hambruna resultado del cambio climático de la pequeña glaciación, que llevó a los componentes de cada una de las tribus a practicar canibalismo con los de las rivales. También hay quien cree que la población aumentó en exceso, lo que provocó guerras entre los clanes para luchar por los recursos existentes. En cualquier caso, en la isla quedaron rastros de odio visceral, ya que derribar los moáis simbolizaría la destrucción de los antepasados. Incluso les extrajeron las piezas de coral que se fijaban en las cavidades oculares de las estatuas y las arrojaron al mar, donde se han podido encontrar algunas de ellas.
Eso fue solo el principio del fin, ya que a mediados del siglo XIX unos 20 barcos esclavistas se llevaron a mas de 1000 isleños. En 1877 quedaban en la isla solo 110 personas, de las cuales solo tuvieron descendencia algo menos de 40. Todos los habitantes indígenas que actualmente la pueblan descienden de estas personas.
Los rapanui tenían un sistema de escritura propio, el rongo rongo. Con la muerte de los sacerdotes en sus luchas entre tribus, se perdió en la historia la posibilidad de entenderla y enseñarla. Hay en la actualidad varios estudiosos que incluso se atreven a afirmar que la han descifrado, pero lo cierto es que todavía no hay más que propuestas. Normalmente escribían sobre planchas de madera tallada con dientes de tiburón, aunque también existen glifos en piedra.
En concreto hay dos moáis, etiquetados como RR-001-156 y RR-001-157, que tienen su espalda tallada con glifos, lo que indica que representaban a alguien con un rango especial.
Cada uno de estos glifos tiene su significado. Por ejemplo, para la escritora y estudiosa del rongo rongo, Mari de Laat, este es el significado de los símbolos:
En la parte inferior se ve un doble anzuelo invertido, un cinturón con forma de canoa, y encima de él, el símbolo del dios indonesio Atua:”el señor que dirige la canoa”. Según M. de Laat, los marinos tenían un peso específico dentro de la jerarquía tribal, siendo los líderes del grupo.
Actualmente la isla es territorio chileno, y uno de los destinos turísticos más atractivos del pacífico sur.
Jaizco
4/04/16 19:48
Jooo soy tonto… pués no se me ocurre querer leer el Hidden due to low comment rating. si es que pico siempre…
En el vídeo de la reproducción del «andar» del Moai de hormigon, se explica bien clarito que las estatuas se tallaban en basto en la cantera, con el pié mas ancho y una ranura para las cuerdas, claro, si en el camino se caía, ahí se quedaba, porque no tenían «antigrav» para ponerlo otra vez en pié, y ya en su sitio (una rampa para subirlo al poyete) se aplanaba la base, se estilizaban los pies y se terminaba de tallar «in situ».
En cuanto a los sombreros, al ser de menor tamaño, es factible su elevación con algo similar a andamios.
Pero claro, el que tenga la «Mente Abieeeeeerta» se le puede colar una mosca y pensar en levitaciones, extraterrestres, civilizaciones superiores, gigantes (y cabezudos )o cualquier PATOCHADA que los magufos le susurren aprovechando el zumbido de la mosca
Jaizco
4/04/16 19:53
doc halliday dijo:
Eso, eso, no vaya a ser que del frío se nos abra la mente y empecemos a delirar con marcianitos verdes (¿o eran grises? ¡Ah, no, los grises luego fueron maderos y ahora Policía Nacional [mis respetos])
Elfumador
22/04/20 19:42
https://www.youtube.com/watch?v=IuRpyjJ7vhw