Alarmismo por el desplazamiento del polo norte magnético

Estos días he visto varios artículos que alertan sobre la «gran velocidad» a la que se está moviendo el polo norte magnético, lo que ha llevado a revisar el mapa magnético de la Tierra, el cual fue publicado el pasado día 10.

En efecto, el polo norte magnético se ha estado moviendo a un ritmo de unos 55 Km anuales durante lo que llevamos de siglo, desplazándose desde el norte de Canadá hasta Siberia.

En cambio, el panel de expertos del «National Centers for Environmental Information» y del «British Geological Survey» afirman en el documento publicado que esta velocidad se ha reducido a solo 40km/año, y se espera que esta velocidad se mantenga en los próximos años.

Este comité de expertos se reúne cada 5 años para actualizar el documento, por lo que la publicación el pasado día 10 no fue nada extraordinario. Sí lo fue en cambio, cuando el pasado febrero tuvieron que sacar una actualización de urgencia, debido a que el movimiento previsto en la anterior reunión había sido sobrepasado.

Este modelo es importante, ya que se usa por los sistemas de navegación GPS, cuya precisión es crucial.

Muchos medios no científicos se han hecho eco de esta noticia, ya que lo utilizan para augurar un cambio de polaridad magnética de la Tierra, lo que presuntamente provocaría eventos catastróficos que podrían llevarnos a la extinción.

¿Qué pasaría si de repente, los polos magnéticos de la Tierra se volteasen?

Es importante conocer qué pasaría en el caso de que se produjese una reversión de los polos magnéticos.Se ha dicho que cuando esto ocurra, los continentes se sacudirán en una dirección u otra, provocando terremotos masivos, rápidos cambios climáticos y extinciones de especies. Nada de esto es cierto, aunque efectos negativos, sí que ocurrirían.

Decir en primer lugar, que ese «de repente» en términos geológicos es relativo, ya que puede tomar varios miles de años en completarse. La última reversión ocurrió hace 780.000 años y duró 7.000.

Cuando esto ocurra, porque ocurrirá, la intensidad del campo magnético disminuirá considerablemente, y aparecerán varios «polos norte».

Esto es debido a que partículas magnéticas se aglutinan en el núcleo sólido de la Tierra con la polaridad inversa. Cuando el número de partículas con la polaridad del revés es suficientemente importante, el campo magnético se desestabiliza, hasta que transcurrido un tiempo vuelve a organizarse con una polaridad dominante.

Durante este lapso de tiempo, nuestro planeta pierde parte de la defensa que el campo magnético proporciona ante las tormentas solares, gracias al cual, las partículas solares son desviadas a los polos.

Esas partículas entrarían en la atmósfera colisionando con las capas altas y produciendo agujeros en la capa de ozono. Esta capa protege nuestro planeta de la radiación ultravioleta, cuya influencia sería mayor sobre los seres vivos.

La menor protección del campo magnético tendría en cambio un efecto que nos perjudicaría en mayor medida. Los satélites podrían quedar inutilizados en una tormenta solar con la suficiente intensidad como para sortear sus protecciones. Una tormenta solar suficientemente potente, podría incluso afectar  a los instrumentos electrónicos en la superficie, produciendo sucesos como el evento Carrington con más frecuencia, algo que sería desastroso para nuestra sociedad.

Pero como he dicho antes, en 7000 años que dura el cambio, daría tiempo a prepararse, de sobra.